“Cuando se discute la interna del PJ se está peleando el poder”, dijo alguna vez el sanjuanino José Luis Gioja para explicar la feroz disputa que divide a los justicialistas. Sin definiciones, sin reglas establecidas y luego de que Eduardo Duhalde diera aparentemente marcha atrás con la posibilidad de recurrir a la ley de lemas como herramienta para saldar la pelea partidaria, casi todos los sectores subieron su apuesta. “Si el justicialismo no está en condiciones de garantizar un proceso electoral interno, no está en condiciones de ser gobierno este año”, alertó el menemista pampeano Manuel Baladrón. Fue una de las pocas definiciones que contemplaron una cuota de realismo en una jornada caracterizada por la pirotecnia verbal.
Luego de sus idas y vueltas el duhaldismo demostró que por el momento tiene una sola estrategia: ganar tiempo. En la superficie sólo parecen buscar un candidato o una jugada que les permita derrotar a Carlos Menem. No faltan los duhaldistas que admiten que detrás de esta falta de estrategia lo único que logran, por descarte, es agrandar la figura del riojano. “Esa es la mejor solución” dijo el quilmeño Aníbal Fernández al hablar de la ley de lemas. Claro que a la hora de responder sobre la feroz interna que hoy divide a los peronistas, sugirió que estaba sobredimensionada por la falta de opciones políticas. “Cuando no hay una oposición firme del otro lado se presenta una discusión por el poder dentro del propio partido”, reseñó.
Nada dijo el actual ministro de la Producción sobre las características de esa discusión. Sin definir proyectos políticos, ni programas, ni propuestas, todo parece centrado en el mecanismo que consagrará al candidato que llevará el escudito partidario y el dibujo de Juan Domingo Perón y Evita en el costado superior de la boleta electoral.
“El ciclo de Carlos Menem ha terminado”, arriesgo el cordobés José Manuel de la Sota. Lo dijo luego de reiterar que no había declinado su precandidatura presidencial. “Al titular formal del partido hay que ganarle con los votos de la gente”, recomendó. Como ése es precisamente el punto más oscuro, concluyó con una aspiración de deseos: “Ojalá haya internas y que se pueda votar”. A esta altura aseguró que el objetivo por el que mantenía su candidatura era para contribuir “a que el PJ sea un partido federal, democrático, transparente y decente”.
No son pocos los peronistas que comenzaron a advertir que de continuar este nivel de disputa interna están poniendo en peligro lo que dan como casi seguro triunfo electoral. Por eso la lista de anotados para la carrera electoral sigue sumando candidatos a medida que pasan los días. Incluso a pesar de que suele reiterar que “el 25 de mayo se retira del gobierno”, son muchos los que siguen especulando con la candidatura del mismo Duhalde.
“Me gusta como candidato”, aseguró ayer Gioja hablando del patrón de Lomas de Zamora. Claro que el sanjuanino también se acordó de la promesa presidencial de abandonar la Rosada. El ahora titular del Senado, aventuró que “pese a las fuertes disputas, no habrá factura”. Incluso arriesgó una fórmula para superar la interna. Propuesta sencilla, claro. “Hay que marchar bien la cancha, buscar un buen árbitro y tener un buen reglamento”. Para que no quedaran dudas agregó la cuota de chicana que suele caracterizar a los peronistas: “La elección tiene que ser democrática para no pasar los papelones de la UCR”.
La crisis que siguió a la interna de los radicales es una de las muletillas más utilizadas por los distintos dirigentes peronistas. Fue esgrimida por los hombres del Presidente para lanzar la propuesta de la ley de lemas. La misma que ayer descartaron. Aunque se mostró muy cercano a los duhaldistas, Gioja desmintió al Presidente y aseguró que “sería muy grave para el peronismo quedarse sin interna”.
A diferencia de los idas y vueltas de los duhaldistas los menemistas se plantaron en el reclamo de elecciones internas para febrero. Quizás confiado por el desconcierto que muestran los seguidores del Presidente,Alberto Kohan mano derecha del riojano precisó que “en una interna se gana o se pierde y el que gana manda”. De paso puso en duda la voluntad del gobierno en realizar las elecciones generales. Maullan y no es seguro que se estén reproduciendo.