Lunes, 14 de marzo de 2011 | Hoy
EL PAíS › TIMERMAN LLEGA A COLOMBIA TRAS EL ACUERDO EN UNASUR
El canciller quiere profundizar la relación con el gobierno de Santos, cuando está fresco el acuerdo que permitió la alternancia con Venezuela. Aquí, los detalles de cómo se alcanzó el compromiso.
Por Martín Granovsky
El canciller Héctor Timerman llegará hoy a Colombia con la intención de “trabajar en temas bilaterales” y “aumentar el comercio entre ambos países”, según anunció ayer en Twitter. La visita se produce justo después de la jugada diplomática que puso en la Secretaría General de Unasur a una colombiana y a un venezolano.
La contraparte de Timerman será María Angela Holguín, la canciller de Juan Manuel Santos, encargada de instrumentar el giro de Colombia hacia Sudamérica y de garantizar la buena relación con Venezuela, país donde fue embajadora. Holguín fue vicecanciller del ex presidente Ernesto Samper. La canciller era María Emma Mejía, que el viernes fue designada para ser durante un año secretaria general de la Unión Sudamericana de Naciones. El otro año le corresponderá al ministro de Energía Eléctrica de Venezuela, Alí Rodríguez. Colombia y Venezuela normalizaron sus relaciones diplomáticas el 10 de agosto último, por mediación del entonces secretario general de Unasur, Néstor Kirchner. “Hay un cambio de tono y de clima en la participación de Colombia en la política de la región, pues antes miraba con recelo y desconfianza el mecanismo”, declaró ayer a Semana, de Colombia, el experto en Relaciones internacionales Andrés Molano, de la Universidad del Rosario. “Con la presencia de María Emma, Unasur se podría convertir en un escenario de proyección de la política exterior colombiana”, explicó.
Según los hechos que reconstruyó Página/12, la dupla Mejía-Rodríguez surgió tras una historia que comenzó en la reunión de Guyana de Unasur, cuando los otros países del bloque propusieron a la Argentina que el país designara al reemplazante de Kirchner. Cristina Fernández de Kirchner repuso que era conveniente retirar la condición de que el secretario general debiera ser un ex presidente. Por otra parte, Lula había dejado claro que no quería un cargo formal luego de sus dos mandatos presidenciales y que Tabaré Vázquez se concentraría en buscar otra vez la presidencia en las elecciones de 2014. Michelle Bachelet, otra candidata posible, ya ocupaba la responsabilidad del área de la mujer en la cúpula de las Naciones Unidas.
En la cumbre de diciembre último en Mar del Plata, Venezuela y Colombia presentaron, por separado, dos candidaturas a la Secretaría General.
“Había una parte positiva”, dijo a este diario un diplomático latinoamericano, que pidió reserva de su nombre. “Al proponer una candidatura en Unasur, Colombia se sentía incluida. Tenía razón Kirchner cuando intuyó que Santos marcaría una diferencia con el gobierno de Alvaro Uribe que él mismo había integrado como ministro de Defensa. Y Unasur demostraba que es un bloque de Estados capaces de articularse, más allá de la orientación política de cada uno.”
En Mar del Plata, Timerman dijo que no había que buscar el reemplazo de Kirchner con una figura de su mismo peso político y a la vez insistió en que la Secretaría General no debía quedar vacante. Planteó entonces la posibilidad de una alternancia de un año para Colombia y un año para Venezuela. Cuando la presidenta brasileña Dilma Rousseff visitó Buenos Aires, el 31 de enero, coincidió con Cristina en que trabajaran juntos Timerman y su colega brasileño, Antonio Patriota. “Estamos de acuerdo en que María Emma Mejía y Alí Rodríguez se alternen un año cada uno en la Secretaría General”, dijo Patriota. “Hay que hablar con todos los cancilleres y buscar el consenso.”
Timerman y Patriota fueron haciendo la ronda de consultas en persona y por teléfono hasta conseguir que no hubiera ninguna bolilla negra. Los ayudó una decisión de Venezuela: Hugo Chávez le hizo saber a Santos en su última cumbre bilateral que estaba dispuesto a resignar el primer turno y postular a Rodríguez para el segundo. Fue un gesto de buena voluntad que terminó de persuadir primero a Perú y después a Chile, los dos gobiernos que junto con el colombiano no integran la mayoría centroizquierdista de Sudamérica.
Así llegó, el viernes último, la decisión de Unasur de formalizar una Secretaría General con alternancia para los próximos dos años que hizo comentar a Rafael Follonier, ex asesor de Kirchner en Unasur: “A Néstor esta solución le hubiera gustado”.
“El reemplazo de Kirchner en la Unasur supone un reto en la medida en que el ex mandatario de la Argentina aprovechó su estatura política para darle peso a un cargo que aparentemente es meramente administrativo”, dijo a Semana el especialista Jairo Libreros. “Muestra de ello fue que Kirchner, mientras estaba en ese cargo, fungió de mediador entre Santos y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, para la restauración de las relaciones diplomáticas.”
Al comentar el papel de Mejía, Molano dijo que “el rol de los secretarios de organismos multilaterales es administrativo”. Agregó que, “sin embargo, su capacidad de liderazgo lo puede convertir en un pivote de la organización”.
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