El frío no amilanó a las protagonistas de las elecciones de mañana en Tierra del Fuego, quienes aprovecharon hasta el último instante habilitado para hacer campaña y ayer por la mañana se llamaron al silencio que impone la veda previa a los comicios. La gobernadora Fabiana Ríos, que irá en busca de su reelección, llamó a los fueguinos a votarla una vez más para conducir esa provincia durante una caravana que realizó por las calles de Ushuaia. Su principal adversaria, la candidata kirchnerista Rosana Bertone, cerró con críticas a la administración provincial y destacó su alineamiento con el gobierno nacional.

“Sacamos a la provincia de una crisis económica”, pregonó Ríos en su último día de campaña. La mandataria fueguina desplegó una intensa actividad antes de la veda. Lo último que hizo fue encabezar una caravana que recorrió anteanoche la capital provincial. Ríos también trató de mostrarse cercana al gobierno nacional y subrayó que el apoyo de la Casa Rosada a su gestión permitió “la reactivación de la industria en la isla”. Ríos llegó al Ejecutivo desde las filas del ARI y, tras su distanciamiento de Elisa Carrió, creó el Partido Social Patagónico. “La relación con la presidenta (Cristina Fernández) es excelente y se profundizará si soy reelecta”, prometió.

Bertone concluyó su campaña con un acto en la Unión Obrera Metalúrgica, junto con su compañero de fórmula Martín Pérez, de La Cámpora. “Necesitamos un esfuerzo más para poder ganar en primera vuelta, y estoy segura de que lo vamos a lograr con el compromiso y la mística que nos caracteriza”, arengó Bertone, quien criticó a Ríos al señalar que “acá se ha destruido en cuatro años lo que costó mucho tiempo conseguir”. “Siempre estuvimos con Néstor y Cristina, en las buenas y en las malas, y somos los que no nos borramos en épocas de la Resolución 125, cuando muchos que hoy se dicen compañeros sí se borraron. Acompañamos a Cristina cuando decían que no iba a poder, y hoy sabemos que ella va a ser reelecta y que nos va a seguir acompañando en la provincia”, aseguró Bertone.