El duhaldismo continuó con su estrategia de denunciar irregularidades en la elección, en busca de cambiar el clima electoral. “Nos está quemando los teléfonos”, graficó la preocupación de Eduardo Duhalde su candidato a gobernador, Eduardo Amadeo. “Está muy preocupado por los datos que recibe de irregularidades escandalosas”, afirmó. Francisco de Narváez, en tanto, también denunció irregularidades, pero se abrió de la estrategia del duhaldismo: “No cambian el resultado”, dijo.

Antes de tomarse un descanso en Misiones, en la estancia de su amigo Ramón Puerta, Duhalde había cuestionado la transparencia del escrutinio. Citó como toda fuente a dos ancianos, a los que no identificó, que habían ido a votar y les dijeron que ya habían votado. “Esta semana se sabrá la verdad de las elecciones. Votó más gente de la que podía votar”, aseguró la semana pasada. Amadeo fue el encargado ayer de poner en duda el resultado electoral.

“Nos está quemando los teléfonos; habla ocho horas por día y principalmente pregunta sobre el escrutinio. Está muy preocupado por los datos que recibe de irregularidades escandalosas detectadas en todo el país”, vendió la imagen de un Duhalde preocupado. Por su parte, Carlos Brown, jefe de campaña del Frente Popular, afirmó que le fue enviando a Duhalde los datos sobre casos de “fraude” y de “inconsistencias en más de 600 mesas que ya se llevaron a la Justicia, en La Plata, para que investigue”. “En la elección del domingo 14 de agosto hubo fraude. No cambia que ganó el Frente para la Victoria, pero es inaceptable y debe ser observado para que no vuelva a ocurrir el 23 de octubre”, remarcó.

En tanto, De Narváez coincidió en que “no hay que dejar que la línea se corra y aceptar que un voto sea mal informado”.