Alan Darío Skrobacki, el indigente acusado de quemar los trenes en mayo pasado, no reconoció al ex vocero del dirigente ferroviario Rubén Sobrero como la persona que le pagó para incendiar las formaciones. En la audiencia de ayer ante el juez federal de San Martín, Juan Manuel Yalj, le mostraron una foto de Leonardo Portorreal y Skrobacki dijo que ese no era el “tal Leo”, al que acusó de darle plata para quemar los trenes.

Luego del fallido reconocimiento, el acusado se negó a declarar, según informaron fuentes judiciales. Skrobacki, uno de los dos detenidos que tiene la causa, había dicho que “un tal Leo” le había pagado para quemar los trenes y que esa persona se mantenía en contacto por handy con Sobrero. Por esa declaración se iniciaron tareas de Inteligencia que sostuvieron que esa persona era Portorreal, por lo que el juez ordenó su detención, junto con la de Sobrero y otras cuatro personas.

Luego de que los acusados declararan, el juez los liberó a todos por la falta de pruebas en su contra y calificó de “infelices” las tareas de Inteligencia de la Policía Federal, por lo que la apartó de la causa y en su lugar convocó a la Secretaría de Inteligencia. Sin embargo, pocos días después volvió a afirmar que Sobrero tendría responsabilidad en la quema de trenes. Yalj debe resolver la situación procesal de Sobrero y del resto de los acusados, lo que se prevé que ocurra la semana que viene.

En la causa se investiga la quema de trenes de la línea Sarmiento en las estaciones de Haedo y Ciudadela en mayo pasado, en la que Sobrero está acusado de ser el jefe de una asociación ilícita como presunto organizador de los hechos para presionar a Trenes de Buenos Aires (TBA) y lograr el ingreso de personal afín a su gremio. Además de Sobrero y Portorreal, en la causa están imputados Rodrigo Peláez, Hernán Axon y los hermanos Fernando y Guillermo Díaz, todos excarcelados.

Tras pasar cuatro días preso, Sobrero había desafiado “si hay un fiscal con huevos que venga y lo llevo a recorrer las vías, para que vea el estado de los trenes”. Esto va en la línea de su razonamiento en cuanto a que los incidentes que le adjudican habrían sido producidos por la indignación popular a causa del mal servicio y no por un sabotaje. “Como vienen diciendo los ferroviarios, nunca un trabajador puede incendiar su fuente de trabajo”, agregó el dirigente.