Como en las propagandas que advierten “llame ya” o “promoción por tiempo limitado”, Elisa Carrió eligió un cierre con un llamado perentorio: “Soy presidenta ahora o nunca”, afirmó la candidata a presidente de la Coalición Cívica. “Quizás éste sea mi último mensaje, porque quizá voy a ser presidenta o porque no lo voy a ser jamás”, afirmó la líder de la CC, que obtuvo un tres por ciento de los votos en las primarias de agosto.

En rigor, Carrió ensayó la misma estrategia sobre el cierre de la campaña de 2007. “Si pierdo esta elección no me presento nunca más. Hice todo lo posible”, aseguró ese año. “No me importa ir presa. Me gusta ir presa”, afirmó aquella vez. Cuatro años más tarde, continúa en libertad –no hubo ni siquiera la posibilidad de que fuera presa por ningún motivo– y se volvió a presentar, contra lo que había dicho.

Ayer ensayó una vez más la misma estrategia de cierre de 2007 y avisó que será presidenta ahora o nunca. “A lo mejor es preciso que alguien muera para que todo florezca, a lo mejor me toca a mí, enbuenahora”, pronosticó. Luego dio marcha atrás: “Nunca dejaré de luchar, lucharé el lunes”. “No hay maquillaje que pueda tapar las arrugas de la mentira”, y cuestionó a quienes quieren “parecer sudamericanos con Vuitton, pero siempre será una máscara”. También consideró que los referentes de los jóvenes “no deben ser los setentistas fracasados y violentos”.