“Hemos diseñado, proyectado y construido entre todos los argentinos un modelo con variables que nos ha permitido mantenernos en pie en momentos en que el mundo es un tembladeral”, afirmó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en un acto en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. En su última aparición pública antes de las elecciones presidenciales del próximo domingo, en las que buscará su segundo mandato, CFK insistió con su llamado a “dirigentes sociales, políticos, sindicales, culturales, participando en un proyecto de país” y le dio un fuerte respaldo al candidato K, Luis Vivona, quien buscará desbancar de la intendencia de ese partido al duhaldista Jesús Cariglino.

“Les pido ayuda a todos los dirigentes con responsabilidades institucionales, porque esto no lo hace una sola persona sentada en la Casa Rosada”, sostuvo la Presidenta en la inauguración de la ampliación de una fábrica de fideos en Tortuguitas, refiriéndose a la crisis económica mundial. El acto al que asistió estaba programado para la semana pasada, pero un cuadro de lipotimia le impidió cumplir con la cita que finalmente se completó ayer. Así, el discurso en Malvinas Argentinas fue el último antes de las elecciones del domingo.

Fernández de Kirchner recordó que “este modelo ha apuntado a ese gran organizador social que es la generación de puestos de trabajo”, y agregó que ése era “el gran objetivo que siempre hemos tenido en nuestras cabezas desde aquel 25 de mayo de 2003”, cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner. Por ello convocó nuevamente a “los dirigentes con responsabilidad institucional” a participar “en un proyecto de país, pero que no significa que no tengamos diferencias, que no significa que se pierda la identidad: significa, sí, poner el acento en mejorar la calidad de vida de todos los argentinos”. En ese sentido lo contrapuso con la debacle de 2001 por la que pasó el país cuando dijo que “aquella Argentina en la cual hablar de un político era casi decir una mala palabra, y también les pasó a los empresarios o banqueros, que no podían salir a la calle porque la gente los agredía”.

CFK le dedicó un lugar destacado a la juventud en su discurso. “En algunos artículos periodísticos extranjeros se sorprendían de una juventud que apoyaba a un gobierno que no es que recién comienza. Al contrario, apoyan a un gobierno que lleva ocho años y medio”, destacó y agregó: “Entonces, si se me permite también con algo de orgullo, cuando te apoyan después de tanto tiempo y cada vez más tiene un mejor sabor, un mejor gusto y, seguramente, una mejor consecuencia”.

La comitiva que acompañó a la Presidenta estuvo compuesta por el gobernador bonaerense Daniel Scioli; la ministra de Industria, Débora Giorgi; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Además se encontraba el candidato del Frente para la Victoria, Luis Vivona, que intentará desbancar al duhaldista Jesús Cariglino de la intendencia de Malvinas Argentinas. CFK levantó a su candidato al señalar que “es de bien nacido ser agradecido, y por eso me acuerdo que en 2005, cuando vine como candidata a senadora, Vivona y sus compañeros me acompañaron a todas partes”. Y se preguntó: “¿Qué hubiera sido si nosotros no hubiéramos podido ganar en 2005? ¿Hubiéramos podido seguir adelante con este proyecto que transformó la Argentina?”. En 2005, el kirchnerismo se enfrentó por primera vez en las urnas con las viejas estructuras partidarias que aún respondían al duhaldismo, y Fernández de Kirchner les pasó por encima.

La Presidenta había recorrido la planta de pastas de la empresa Lucchetti y puso en funcionamiento una nueva línea de producción. En su discurso hizo referencia a que “el gran desafío que tenemos para desarrollar aún más la industria es que las máquinas para procesar productos primarios puedan hacerse en la Argentina”, y agregó que “tenemos toda la capacidad técnica e intelectual para agregar más valor a nuestro país”. También se comunicó por videoconferencia con la localidad de Esteban Echeverría, donde dialogó con el intendente Fernando Grey y con directivos de la empresa de calzados radicada allí.

“Necesitamos paz y concordia para seguir creciendo, para corregir lo que hay que corregir y mejorar lo que hay que mejorar, porque siempre es posible hacer mejor las cosas, sería necio decir que todo es perfecto”, señaló al cerrar su discurso.