EL PAíS
Ibarra, cada vez más cercano a apoyar a Kirchner para presidente
El Jefe de Gobierno debe resolver rápido qué hacer el 27 de abril. Sus operadores tendieron puentes con los del santacruceño.
Por Santiago Rodríguez
Después de varios días de ausencia, en los que participó de la asamblea anual del BID en Milán, Aníbal Ibarra retorna hoy a Buenos Aires y lo que tiene para resolver no es sencillo: respaldar públicamente la candidatura presidencial de Néstor Kirchner a cambio de que el santacruceño lo apoye en su intento por conseguir la reelección como Jefe de Gobierno porteño o dejar las cosas como están y jugárselas por su cuenta. Sus colaboradores ya estuvieron allanando el camino a un acuerdo con Kirchner y, si por ellos fuera, pondrían la firma porque evalúan que la falta de definición a nivel nacional los está haciendo perder terreno en la ciudad.
Hace apenas un mes Ibarra dijo que no iba a apoyar a ningún candidato a la presidencia y como titular del Frente Grande dejó en libertad de acción a los afiliados de ese partido para que respaldaran a quien quisieran. “Tanto Kirchner, como (Elisa) Carrió y (Alfredo) Bravo son candidatos posibles para el espacio”, explicó entonces a Página/12 el propio Jefe de Gobierno y agregó que “hay argumentos para votar a cada uno de los tres”.
El análisis que por esos días hacían en verdad en la jefatura de gobierno tenía por eje las encuestas, que indicaban que los votantes de Ibarra se repartían en partes iguales entre esos tres candidatos presidenciales. La conclusión era, por lo tanto, que el pronunciamiento de Ibarra a favor de uno de ellos podía originar la fuga de los votantes de los otros dos.
La evaluación que hacen ahora es diferente. “La convocatoria para el 8 de junio –sostienen– hizo que la elección se nacionalizara. Lo que estamos viendo es que la falta de definición a nivel nacional empieza a jugarnos en contra.”
Ibarra no cuenta con tiempo de sobra para definirse porque el plazo para inscribir las alianzas electorales vence en un par de semanas. Pero tampoco tiene a esta altura mayores opciones. Cuando se declaró prescindente de las presidenciales, confiaba todavía en que iba a poder encolumnar a todo el progresismo detrás de su candidatura en la ciudad. A los socialistas, sin embargo, no tuvo modo de convencerlos y terminaron ratificando la postulación de Norberto La Porta como jefe de gobierno.
Los operadores de Ibarra y los de Carrió estuvieron conversando en las últimas semanas, aunque no llegaron a nada firme. La impresión que a esta altura prima en la jefatura de gobierno es que de seguir en ese camino van rumbo a un nuevo desplante de parte de la chaqueña, a quien además ya no le auguran demasiadas chances de llegar a disputar una segunda vuelta. En la evaluación que hacen los ibarristas ese dato no es menor: si –como afirman– la elección porteña se nacionaliza, apostar a un candidato que pierde el próximo 27 de abril los deja fuera del foco de los medios ese mismo día, mucho antes de que haya que votar en la ciudad.
Los canales de diálogo con Kirchner estuvieron siempre abiertos y la cosa fue distinta desde un comienzo. Los hombres del santacruceño en el distrito nunca se negaron a un trato, en tanto y en cuanto Ibarra se pronunciara públicamente a favor de la candidatura presidencial de Kirchner. La otra cosa que plantearon fue la conveniencia de hacer un acuerdo “integral”; es decir, consensuar una única boleta electoral y establecer el papel de cada uno en un futuro gobierno.
Kirchner no apostó al peronismo porteño –de hecho, se llevó como compañero de fórmula al candidato del partido en el distrito, Daniel Scioli– y tiene repartidas sus fichas para jefe de gobierno entre Rafael Bielsa y Gustavo Beliz.
“Si Kirchner necesita el acuerdo, yo me bajo”, les dijo Bielsa a sus allegados hace un par de días, aunque descartó en ese caso acompañar a Ibarra en la fórmula. “Me voy a casa”, fueron sus palabras. De todos modos, tanto en la jefatura de gobierno como en su entorno sostienen que podría encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales. El caso de Beliz es diferente: Kirchner pretende mantenerlo consigo, aunque todos pronostican que el líder de Nueva Dirigencia no aceptará participar de un acuerdo con Ibarra.