Lunes, 14 de noviembre de 2011 | Hoy
EL PAíS › EL GOBIERNO DECRETA EL TRASPASO DE LOS CONTROLADORES AéREOS A LA óRBITA DEL MINISTERIO DE DEFENSA
Aerolíneas intentará retomar hoy sus vuelos al exterior, cancelados desde la noche del sábado por un conflicto con el sindicato de técnicos. El Gobierno reclamará la suspensión de la personería de ese gremio y pasará a Defensa a algunos de sus afiliados.
Por Cristian Carrillo
Aerolíneas Argentinas se propuso retomar hoy sus vuelos al exterior, aunque, debido a las tensiones que todavía persisten con el sindicato de técnicos aeronáuticos, no está garantizada la normal operatoria de la compañía. La reanudación debería comenzar a las 10. En este contexto de pelea declarada, el gobierno nacional firmó ayer un decreto –que se publicará hoy en el Boletín Oficial– para volver a poner bajo la órbita del Ministerio de Defensa a los doce controladores de Ezeiza que impulsaron el cese de actividades, a pesar del dictado de la conciliación obligatoria. Según el Ejecutivo, el fin de semana tampoco acataron la conciliación los trabajadores de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (ATPA), que conduce Ricardo Cirielli. Por tal motivo, el Ministerio de Trabajo presentará a la Justicia un pedido para suspender la personería gremial de este sindicato y nombrar a un interventor. Hasta el momento, los conflictos entre el Directorio de Aerolíneas y los empleados que responden a Cirielli generaron una pérdida estimada de entre 15 y 20 millones de dólares para la aerolínea de bandera.
El sábado a la noche Aerolíneas decidió cancelar todos sus vuelos internacionales a causa del conflicto con los trabajadores de mecánica. No obstante, las tensiones se habían iniciado el viernes con los controladores del espacio aéreo. En junio del año pasado, el Gobierno traspasó a doce ex militares que cumplen esa función a la órbita civil, cuyos puestos quedaron bajo jurisdicción de la Administración Nacional de Aviación Civil Argentina (ANAC). En ese momento, los ex militares de la Fuerza Aérea fueron convencidos por Cirielli para que se afiliaran a ATPA, a pesar de que por su actividad debían estar agremiados en la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad de la Aeronavegación (Atepsa), en donde se encuentra el resto. El decreto, que al cierre de esta edición estaba en Olivos a la firma de la Presidenta, vuelve a transferir al ámbito militar la operatoria de control del espacio aéreo. Según confirmaron a este diario fuentes gubernamentales, la medida sólo afectará “al personal que se encuentra en las torres de control”, mientras que el resto de las operaciones seguirán bajo la administración de la ANAC, que releva también la habilitación de pistas y aeropuertos.
Las medidas apuntan directamente a Cirielli, a quien responden los controladores que ahora salen del ámbito de la ANAC y vuelven a depender del Ministerio de Defensa. El Gobierno responsabiliza a Cirielli por los problemas que se suscitaron en los últimos días y derivaron en la cancelación de más de 80 vuelos desde el jueves. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, habló de “paros encubiertos e injustos para todos los argentinos”. Por su parte, el dirigente gremial de ATPA dice ser un chivo expiatorio para cubrir problemas técnicos, consecuencia de una mala administración de Aerolíneas (ver página 4).
“El hecho de que soliciten más inversiones no justifica estos paros abruptos”, retrucó ante este diario el titular del grupo AA, Mariano Recalde. “Acá hay un sector que decidió ponerse fuera de la ley al no acatar la conciliación obligatoria”, dijo a Página/12 el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Según relató el funcionario, luego de que se dictara la conciliación obligatoria para los controladores el viernes a primera hora, se había logrado la normalización de las tareas. En ese momento aparece Cirielli, que tiene personal afiliado entre los controladores, aunque no jurisdicción legal. “Nos dice que se pone en situación de conflicto y que si no incluyen a ATPA en el tema de los controladores la medida de fuerza iba a seguir. Entonces dictamos la conciliación obligatoria también para el personal de mantenimiento de ATPA”, detalló el ministro Tomada. Estos tampoco acataron la conciliación, según indicó. Trabajo envió entonces inspectores a Ezeiza, quienes constataron que no se estaba prestando el servicio y que los hangares con los repuestos se encontraban cerrados. “Esto demuestra que ATPA se colocó por fuera de la ley”, consideró el ministro. Cirielli denunció presiones a los trabajadores durante las inspecciones. Tomada subrayó que “esos inspectores ni siquiera tienen atribuciones para hablar con los empleados”.
“Lo que vamos a hacer a partir de mañana –por hoy– es aplicar remedios legales”, confirmó Tomada. La cartera laboral enviará a la Justicia un pedido para “suspender la personería gremial” de ATPA y, como medida cautelar, que se designe a un delegado judicial –interventor– para que se acate la conciliación obligatoria. La medida se levantaría una vez normalizada la situación, “cumpliendo con el sistema jurídico internacional”, explicó el ministro. En paralelo, se encuentra el pedido ante la Justicia para que se determine la ilegalidad de las huelgas, tal como informó De Vido. De prosperar esa última solicitud, y en caso de que continúen las medidas de fuerza, la empresa estaría habilitada para despedir a los trabajadores en huelga.
“Me sorprende. Acompañamos este proceso y en los últimos tres años no se hizo ningún tipo de paro”, dijo a este diario Cirielli. El dirigente aseguró que los problemas en los vuelos de este viernes obedecieron a que se habían vencido las licencias de dos Jumbos, a los que se sumaron otros dos aviones que se encuentran en el área de inspecciones por problemas en el tren de aterrizaje. A esto se sumó un avión en Roma con desperfectos técnicos. “Con cinco aviones en tierra era imposible el normal funcionamiento. Por eso tomaron la decisión de suspender los vuelos y nos culparon a nosotros”, señaló Cirielli. “Había aviones de sobra para cumplir con los vuelos, pero luego de que se reiniciaron las operaciones en la torre de control, (Cirielli) dispuso un sabotaje, con el quite de colaboración en el área de mantenimiento de los aviones de Aerolíneas”, respondió Recalde.
Estos problemas generaron un costo que hasta anoche se estimaba en torno de los 20 millones de dólares. “Tuvimos que pagar el hotel, traslado y comida para los pasajeros varados. Además, devolvimos los pasajes con vouchers para que sean canjeados en otras compañías aéreas. A esto hay que sumarle un estimado en la caída en el porcentaje de ventas mensuales producto de las cancelaciones”, explicó a este diario el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. Por lo pronto, Recalde aseguró que hoy se reinician los vuelos, a partir de las 10, y que reprogramó los que fueron suspendidos el sábado. “Los mismos quedan supeditados al levantamiento efectivo de la medida de fuerza del sindicato y al acatamiento a la conciliación obligatoria”, aclaró el titular de AA. Para evitar inconvenientes, antes de presentarse al aeropuerto, pidió verificar las últimas informaciones en la página web www.aerolineas.com.
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