El ministro de Planificación, Julio De Vido, salió al cruce de las declaraciones del gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, sobre el sistema de renuncia voluntaria de subsidios lanzado por el Gobierno. Luego de que el ex candidato a presidente por el FAP considerara que “el listado de renuncia a los subsidios es un entretenimiento que no soluciona el problema de fondo”, ayer De Vido respondió: “El gobernador Binner practica un socialismo muy particular –dijo–, le parece un entretenimiento que renuncien a los subsidios quienes pueden pagar, es decir que cuestiona un mecanismo de redistribución del ingreso para favorecer a los que menos tienen”.

La propuesta oficial consiste en ofrecer a usuarios de luz, gas y agua la posibilidad de renunciar de modo voluntario a los subsidios que desde el 2003 aporta el Estado. Hasta ayer, más de once mil personas habían adherido.

Hermes Binner había considerado a la iniciativa como “un entretenimiento”. De Vido retrucó: “La renuncia voluntaria no es ningún entretenimiento, sino una tarea que hemos encarado con la mayor seriedad y responsabilidad”. Se trata, detalló, de un mecanismo que da “la posibilidad de renunciar a los ciudadanos que consideren que no necesitan ser subsidiados, apelando a la solidaridad y buena fe de la gente, y dotándolo de la mayor transparencia”. Y remarcó que “con esos recursos se podrán realizar más obras para universalizar el acceso a servicios esenciales como electricidad, agua y gas”.

En Santa Fe, le recordó De Vido a Binner, “los usuarios pagan tarifas tres veces más caras que las que regula el Estado nacional (Edenor y Edesur), sin que exista ningún criterio de equidad para proteger a los hogares de menores recursos”. Además, el ministro rechazó que la política de quita de subsidios responda a la implementación de un ajuste: “Es simplemente un acto de justicia social que quienes no necesiten ser subsidiados paguen de acuerdo con los costos reales de la energía y el agua”.

Asimismo, el funcionario se distanció de aquellos que reclaman una “tarifa social”, ya que consideró que “trabajan de voceros de las empresas, que quieren imponer un servicio de primera y otro de segunda, bajando los niveles de exigencia del suministro” por lo que “sería bueno que expliquen su propuesta”. Y fue tajante: “El gobierno nacional quiere un servicio de calidad para todos, manteniendo tarifas subsidiadas para quienes las necesiten”.

El Gobierno ya decidió retirar los subsidios a los barrios de Puerto Madero y Barrio Parque, los de mayor poder adquisitivo de la Capital. También a los countries del conurbano. A partir del 1º de enero, los porteños y bonaerenses recibirán progresivamente –y empezando por los barrios más ricos– una declaración jurada en donde deberán notificar si necesitan seguir recibiendo subsidios del Estado.