“Creamos un espacio que antes no existía, en el que los ciudadanos pueden expresar de manera libre y de acuerdo con su conciencia si necesitan ser subsidiados o no”, aseguró ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, como respuesta a las críticas de algunos medios de comunicación al plan oficial de renuncia a los subsidios lanzado el año pasado. Desde que se puso en marcha la posibilidad de optar por no recibir la ayuda del Estado en las cuentas de luz, gas y agua, se adhirieron “más de 22 mil” personas, indicó De Vido.

“La política sin duda ha sido un éxito, porque antes teníamos una sola renuncia y ahora son más de 22 mil, con lo cual creamos un espacio que antes no existía en el que los ciudadanos pueden expresar de manera libre y de acuerdo con su conciencia si necesitan ser subsidiados o no”, destacó De Vido acerca del plan de personalización de subsidios promovido en noviembre último junto al entonces ministro de Economía y hoy vicepresidente, Amado Boudou. “El multimedios Clarín es tan perverso que cuestiona una actitud positiva de la gente, para que fracasen nuestras políticas”, agregó el ministro de Planificación aludiendo a la publicación del diario del domingo que minimizó los alcances de la medida.

El 16 de noviembre pasado, Boudou y De Vido anunciaron en conferencia de prensa la quita de los subsidios que el Estado proporcionaba en los servicios de luz, gas y agua, para los usuarios que pudieran pagar sin la ayuda. Así, unos días más tarde se podía realizar la declaración de renuncia a través de Internet o telefónicamente. Los primeros en hacer efectivo el plan fueron los funcionarios del gabinete nacional, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza. El anuncio incluyó también la quita –que ya se encuentra en marcha– en los barrios de mayor poder adquisitivo de la ciudad de Buenos Aires, así como en countries y zonas residenciales del conurbano bonaerense. En la página web del Ministerio de Economía donde figuran las personas adheridas a la renuncia se destaca que son 21.888, aunque ayer se aclaró que falta actualizar los últimos datos.

“La renuncia voluntaria surgió a partir de la inquietud de un ciudadano que envió una carta a AYSA indicando que no quería recibir más aportes estatales para que esos recursos se destinaran a los que menos tienen”, recordó De Vido sobre la idea que dio inicio al programa. Apuntando nuevamente hacia el matutino que relativizó el alcance del programa por la cantidad de personas adheridas aseguró que “cuestionan la política de renuncias voluntarias y escrachan a los que lo hicieron, para que nadie más renuncie, en una actitud que va decididamente contra los intereses del Estado de que aquellos ciudadanos que consideren que pueden pagar las tarifas plenas lo hagan”.