La tapa de The Guardian con la columna de Sean Penn.

El actor norteamericano Sean Penn sigue firme en su decisión de apoyar la posición argentina favorable a retomar el diálogo respecto de la soberanía de las islas Malvinas. Ayer, publicó un artículo de opinión en el diario The Guardian para cuestionar la “manipulación” que dijo haber sufrido por parte de los medios ingleses por sus declaraciones durante su paso por Buenos Aires y consideró que, al no retomar la diplomacia, Londres “hace una explotación de las pérdidas ya sufridas” en la guerra.

En su carácter de embajador itinerante de Haití, Penn estuvo dos semanas atrás en varios países de Sudamérica, incluyendo Argentina, donde fue recibido por la presidenta Cristina Kirchner. En el artículo publicado ayer, el actor explicó que el encuentro en la Casa Rosada estuvo “enfocado en la coordinación de esfuerzos que países como Argentina hicieron y hacen por Haití”, es decir, no hablaron de Malvinas.

Fue en la conferencia de prensa posterior donde Penn se refirió al tema, abogando por el restablecimiento del diálogo y calificando la situación como de “colonialismo arcaico”. “A pesar del impulso de Naciones Unidas, el Reino Unido se ha negado a retomar los esfuerzos diplomáticos”, escribió en su artículo. El actor recuerda la tragedia que significó el conflicto bélico desencadenado por la dictadura militar argentina, pero también las conversaciones diplomáticas previas, en la década del ’70, entre los gobiernos constitucionales de ambos países sobre Malvinas.

“La pausa de Gran Bretaña en la diplomacia es entendible, pero toda falta de voluntad de retomarla es una clara explotación de las pérdidas ya sufridas, y es despectivo con un país y un continente”, opinó. Además, volvió a apuntarle a la prensa británica, a la cual calificó de “corrupta y diligente máquina de propaganda” por realizar una “flagrante manipulación” de sus dichos durante su paso por Argentina.

En ese sentido, enfatizó que no dijo que los kelpers “deben ser deportados o absorbidos por la ley argentina” y que cuando utilizó el término “‘colonialismo arcaico’ no fue, como se desinformó por todas partes, un llamado a repatriar a los súbditos británicos, sino un cuestionamiento al despliegue del príncipe William en esa área de operaciones donde muchos padres y madres británicos y argentinos perdieron a sus hijos”.

“El reconocimiento del proceso diplomático de los ’70 da algo de legitimidad a los reclamos de Argentina, no deberían ser negados por Gran Bretaña, explotando un pasado más reciente (en alusión a la guerra), o por la codicia de superpotencias desesperadas por el control de recursos naturales”, subrayó Penn, quien resaltó que “la misma gente que sufrió y luchó más contra la junta militar en Argentina es la que hoy lidera el país y en nombre de su gente busca simplemente restablecer una diplomacia justa sobre asuntos de las disputadas islas, que van desde la inmigración a los recursos naturales”, y culminó su artículo ironizando con una última oración: “Dios salve a la reina”.