Su apellido está ligado a los dos momentos en los que el peronismo inclinado a la izquierda estuvo en el poder. En 1973, a los 35 años, Esteban Righi desembarcó en el Ministerio del Interior bajo el gobierno de Héctor Cámpora. Dio un recordado discurso a la cúpula de la Policía Federal, en el que les señaló a los agentes que tendrían “nuevas obligaciones: tendrán la obligación de no reprimir los justos reclamos del pueblo”. Años más tarde, cuando fuera procurador general de la presidencia de Néstor Kirchner, el cargo que dejó ayer, ése sería uno de los pilares de la política del gobierno nacional.

El ahora ex procurador de la Nación nació el 4 de septiembre de 1938 en Resistencia, Chaco. Se graduó como abogado en la Universidad de Buenos Aires, luego de recibirse en el Liceo Militar. Durante el gobierno de Cámpora firmó también, por orden del presidente, la amnistía para los presos políticos, que de-sembocó en el “Devotazo” del 25 de mayo, cuando los presos políticos de la dictadura de Alejandro Lanusse fueron liberados en medio de una gran movilización popular.

En 1974, después de haber sido amenazado en reiteradas oportunidades por la Triple A, debió exiliarse en México y diez años más tarde –ya en democracia– regresó al país para dedicarse a la actividad privada y la docencia universitaria en la Facultad de Derecho de la UBA, donde dicta la materia Derecho Penal.

En el año 2004, treinta años después de su último cargo público, Néstor Kirchner le ofreció a Righi el cargo en la Procuración General de la Nación. Aceptó la designación y la ejerció hasta ayer, tres días después de que el vicepresidente, Amado Boudou, acusara públicamente al estudio jurídico que administran la esposa y el hijo del ya ex procurador de haberle ofrecido auxilio para “facilitar sus vínculos con la Justicia Federal”.