La CGT no realizará el acto por el Día del Trabajador el viernes 27 de abril, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabece en el estadio de Vélez Sarsfield un acto de la Corriente Nacional de la Militancia. “El sentido común nos indica que no pueden realizarse en el mismo día dos actos como los que están preparando el Gobierno y la CGT”, aseguró ayer una fuente sindical del moyanismo, despejando la hipótesis que había circulado en los últimos días.

“El acto de la CGT por el Día del Trabajador todavía no tiene fecha, ni lugar de realización”, destacaron en la CGT para calmar las aguas y bajar los decibeles del enfrentamiento con la Casa Rosada. En las últimas semanas, los gremialistas habían dejado trascender que el líder de la central obrera, Hugo Moyano, evaluaba realizar el acto en conmemoración por el día de los trabajadores al mismo tiempo que el de la Presidenta en Liniers, con la intención de marcar las diferencias que los moyanistas mantienen con el gobierno nacional.

La tensa relación entre el kirchnerismo y el sector sindical que encabeza el camionero cada día levanta más temperatura. A partir del armado de las listas para las elecciones de octubre del año pasado, cuando la CGT se quejó por la falta de lugares con expectativas de ingresar al Congreso, los sindicalistas comenzaron a mostrarse progresivamente más lejanos. Cada vez que se mostró en público a partir de allí, Moyano fue crítico de las políticas del Gobierno. En un año electoral para la CGT, en el que el camionero ya se lanzó al ruedo para buscar su reelección, la grieta se hizo más grande cuando desde el Gobierno comenzaron a promocionar el nombre del metalúrgico Antonio Caló como posible candidato a sucederlo. El propio Caló anunció a los sindicalistas opositores agrupados en los sectores de los Gordos y los independientes que aspiraba a ocupar el lugar de Moyano.

El secretario general de los empleados judiciales, Julio Piumato, aseguró que no sabía “si Néstor (Kirchner) hubiera usado de vocero a (el secretario general de Luz y Fuerza) Oscar Lescano para plantear un cambio en la conducción de la CGT. Me parece poco probable”. Lescano pertenece al sector de los Gordos y es uno de los voceros del antimoyanismo que está reuniendo voluntades para desbancarlo de la central obrera. Diferenciando la política de Néstor Kirchner de la de la Presidenta, Piumato cuestionó “que se ataque a Moyano usándolo a Lescano, que no movió un dedo cuando echaron a 50 mil trabajadores de su gremio en los ’90, sorprende mucho”.

Los dirigentes que conducen la CGT reclaman que el Gobierno atienda “la agenda de los trabajadores”. Entre los puntos más importantes se encuentran el aumento del mínimo no imponible de Ganancias, la suba de las asignaciones familiares y el reintegro de una deuda que el Gobierno mantiene con las obras sociales sindicales. “Hay que aunar a la mayoría del pueblo argentino e ir y cobrarles a esos sectores (empresariales). Lo que fue bueno para la dictadura y el menemismo no puede ser bueno para un gobierno nacional y popular”, chicaneó Piumato, al solicitar la eliminación del Impuesto a las Ganancias. “Cada vez son más los trabajadores que pagan ese impuesto y esto no le hace bien a un gobierno nacional y popular”, agregó el dirigente.