A pesar de la conciliación a la que convocó el Ministerio de Trabajo para intentar acercar a los dos sectores de la CGT que se disputan la conducción, anunciaron que la pelea terminará en la Justicia. “Acá hay un hecho político, no legal”, señaló el titular del gremio de los canillitas, Omar Plaini, luego de reafirmar la convocatoria del 12 de julio, fecha en la que se convocó al congreso para elegir autoridades de la central obrera y que fue impugnada por los sectores que se oponen a la continuidad del camionero. “Vamos a convocar nosotros a un congreso y seguramente se va a judicializar esto y la Justicia verá quién tiene la razón”, señaló el secretario general de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que sería muy bueno que encontraran un acuerdo “porque ello significaría un paso hacia la unidad de los trabajadores”.

“El objeto de la convocatoria es generar un espacio de mediación para que los sectores que discuten puedan hallar una solución”, aseguró Tomada, apuntando a la expectativa generada por la reunión a la que fueron citados ambos espacios gremiales internos de la CGT en la sede de la cartera laboral de Callao al 100. La mediación de Trabajo ante la impugnación presentada por los gremios que no quieren a Moyano en un mandato más al frente de la CGT parece ser la última instancia para intentar evitar que ambos sectores terminen judicializando la interna.

El llamado a elecciones que realizó Moyano a fines de abril fue impugnado por los gremios que quieren generar un cambio en la cúpula de la central obrera. Los opositores acusan al camionero de cultivar un perfil personalista que excede las funciones de secretario general de la CGT. Fundamentalmente el enfrentamiento con el kirchnerismo del que fue aliado durante ocho años y que pone en tensión las relaciones de los sindicalistas con el gobierno nacional. En sus fundamentos acusan que el líder cegetista realizó la convocatoria “sin el quórum necesario para hacerlo”, ya que la mayoría de los integrantes del consejo directivo no asistieron al cónclave. Antes de presentar la impugnación ante la cartera laboral, los díscolos también hicieron llegar sus objeciones al seno de la cúpula de la CGT de manera formal, sin obtener respuestas. Según los números de los opositores a Moyano, en la reunión el camionero no llegó al quórum de funcionamiento porque la mayoría de los sindicalistas que se encontraba allí no estaba de forma oficial al no haber sido elegidos directamente en el congreso.

Plaini sostuvo que la CGT encara un “escenario de fractura, pero nosotros, la actual conducción, vamos hasta el último momento a insistir en que no somos fracturistas ni divisionistas. Esto no le hace bien al conjunto de los trabajadores”. A la reunión que se realizará a las 12 asistirá el representante legal del moyanismo y diputado nacional Héctor Recalde, acompañado por los abogados Hugo Moyano (hijo) y Juan Martínez Chas. “El congreso ya es un hecho y se va a hacer el 12 de julio”, sostuvo el representante de los canillitas, que rechazó de plano los planteos de los sindicatos opositores al destacar que esperaba “que se ajuste todo a derecho y, en ese sentido, estamos tranquilos de que nos asiste el marco legal con el que dimos cada uno de los pasos”.

Por su parte, el dirigente de Luz y Fuerza señaló que iban “a convocar a un congreso, seguramente se va a judicializar esto y la Justicia verá quién tiene la razón”, casi descartando la instancia de la mesa conciliadora a la que asistirán hoy. “No creo que pase nada”, anticipó Lescano y volvió a fundamentar algunos de los puntos que le critican a Moyano. “Una sola CGT es lo que más vale, pero si las circunstancias son así, mala suerte”, sentenció augurando una previsible fractura. Otra de las jugadas que critican de la convocatoria del camionero es que “integró a treinta sindicatos nuevos que no cuentan con la antigüedad ni con los aportes necesarios” para tener voz y voto en el congreso para elegir autoridades. Los dos sectores dicen tener la mayoría de los congresales para llegar a la secretaría general, pero desconfían de los padrones que el camionero usará como válidos en el microestadio de Ferro.