Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli podrían compartir hoy escenario una vez más, en medio de un conflicto político entre los gobiernos de Nación y provincia y los paros de estatales tomados en respuesta a la decisión del gobernador de desdoblar el pago de aguinaldos: de llevarse a cabo (cerca de ambos aseguraron que sus presencias se confirmarán poco antes del acto en Chivilcoy, donde esperan a los dos) será el primer encuentro entre ellos luego de que CFK criticara abiertamente al ex motonauta por el manejo financiero de Buenos Aires. En tanto, funcionarios del gabinete sciolista justificaron la decisión de dividir el pago, aunque lo enmarcaron en una “situación estructural” de las finanzas del distrito y advirtieron que también bajará el ritmo de la obra pública. Descartaron, en cambio, de raíz, la posibilidad de emitir cuasimonedas: “Es imposible”, sostuvo la ministra de Economía, Silvina Batakis.

Hay algo en lo que coinciden kirchneristas y sciolistas, funcionarios nacionales y provinciales, pejotistas y aliados: la actual relación entre ambos espacios no aparenta tener una solución en el corto plazo. “No le veo salida al conflicto”, sostiene en diálogo con Página/12 un avezado dirigente justicialista con varias internas sobre la espalda, resumiendo el pensamiento que se repite en todo el espectro oficialista. También hay acuerdo en que, a pesar de la alianza estratégica que mantuvieron durante casi una década, los problemas entre Scioli y el núcleo que toma las decisiones en el kirchnerismo no son nuevos: “Esto hasta ahora venía soterrado, pero Cristina lo sacó a la luz la semana pasada”, agrega, en referencia al mensaje televisado que dio la Presidenta, en el que cuestionó la capacidad de administrar del mandatario provincial.

Cerca de la Rosada emparientan los sucesos de las últimas semanas con la ya tensa relación que mantenía el gobernador con Néstor Kirchner: “No es un problema nuevo éste, viene de años, es lo mismo que provocó el enojo de Kirchner cuando le pidió públicamente a Scioli que diga quiénes le atan las manos”. En aquel momento, como ahora, lo que subyacía era un enojo con la forma en la que el ex motonauta lidia con los conflictos, “con slogans y frases hechas, pero sin gestión, por lo que los problemas los tiene que resolver siempre la Nación”, se quejan amargamente en Balcarce 50: “Aunque en ese momento se hablaba de inseguridad y ahora de economía, la crítica de fondo fue siempre la misma, el desgobierno”.

En ese contexto, dos ministros del gabinete provincial salieron a poner paños fríos y también a minimizar la responsabilidad del gobierno nacional en las dificultades financieras que sufre la provincia. Por un lado, la ministra de Economía, Batakis, destacó el “esfuerzo importante del gobierno nacional”, que transfirió mil millones de pesos el día lunes, pero aclaró que “no alcanzan para cubrir los siete mil millones de pesos que hay que afrontar entre sueldos y aguinaldo”. Por su parte, el titular del área de infraestructura, Alejandro Arlía, descartó lecturas conspiranoicas al señalar que “si a la provincia de Buenos Aires le va mal, no hay ninguna chance de que al país le vaya bien”. Al respecto, Batakis agregó que por esta medida “se van a dejar de movilizar en la economía de la provincia 1500 millones de pesos”, algo que “ningún gobierno puede querer que suceda”.

La ministra informó además que “los aguinaldos de los funcionarios públicos no se van a cobrar”, al menos por ahora. “Es algo que lo teníamos que hacer, pero de todos modos no mueve el amperímetro”, explicó. También advirtió que habrá una lógica retracción de la obra pública. “No va a ser el año donde se inicien grandes obras y quizá sea el año en el que se ralenticen un poco algunas obras que ya están en marcha. Se van a continuar, pero se van a ralentizar”, reconoció la funcionaria. Lo que sí descartó de plano es la posibilidad de hacer frente a la delicada situación financiera emitiendo cuasimonedas: “Es inviable, imposible por donde uno lo quiera mirar: técnicamente, legalmente, económicamente, la verdad es que eso es imposible y no lo estamos pensando”, aseguró.

A todo esto, CFK y Scioli podrían volver a compartir un escenario esta tarde, en la ciudad de Chivilcoy, durante la inauguración de una línea de producción de pastas secas perteneciente al grupo Grobocopatel. A la ceremonia están invitados ambos y según información de la municipalidad encabezada por Aníbal Pittelli (Frente para la Victoria), ambos confirmaron su presencia, aunque tanto en la Casa Rosada como en La Plata aseguran que hasta algunas horas antes evaluarán si asistir o no. El clima social en una provincia que hoy amanecerá con un paro de estatales y docentes, además de la presencia o no del otro serán seguramente factores que ambos tendrán en cuenta a la hora a la hora de terminar de decidirse.