EL PAíS
› KIRCHNER SE DIO EL GUSTO Y ANUNCIO QUIENES INTEGRARAN EL GABINETE
“Gente joven con futuro y una misma visión”
El Presidente cumplió su promesa: dio la nómina de sus colaboradores en Santa Cruz. Hubo pocas sorpresas en un equipo que tiene un fuerte componente del Grupo Calafate y los duhaldistas que se ganaron la confianza de Kirchner. Un solo extrapartidario. Kirchner viaja a Buenos Aires y asume el domingo.
› Por Fernando Cibeira
Néstor Kirchner estaba contento por haber cumplido con su primera –módica– promesa de gobierno: que anunciaría su gabinete el martes 20. Lo hizo sentado en el sillón de gobernador de Santa Cruz junto a la muda compañía del vicepresidente Daniel Scioli. Kirchner había prometido algunas sorpresas y las hubo, pero muy pocas. En su elenco de ministros habrá cuatro que continuarán de la gestión de Eduardo Duhalde, tres que pueden considerarse del riñón del nuevo presidente, otros tres que son cercanos y apenas un extrapartidario. Esta primera definición es un indicativo de lo que puede esperarse del próximo gobierno: una línea de continuidad respecto de lo hecho por Duhalde –sobre todo en lo económico–, un mayor acento en la obra pública –creará la cartera de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios– mientras que son de esperar redefiniciones en materia de Justicia y Seguridad y de Relaciones Exteriores.
Kirchner apareció con una carpetita transparente de la cual sacó la lista de los elegidos. Jefe de Gabinete, Alberto Fernández; ministro del Interior, Aníbal Fernández; Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa; Defensa, José Pampuro; Economía y Producción, Roberto Lavagna; Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido; Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz; Educación y Cultura, Daniel Filmus; Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada; Salud, Ginés González García y Desarrollo Social, Alicia Kirchner. En el anuncio, el presidente añadió dos secretarías estratégicas: la general de la Presidencia, que estará a cargo de Oscar Parrilli, y la SIDE, que ocupará Sergio Acevedo.
Justamente, el nombramiento de Acevedo, presidente de la Comisión de Juicio Político de Diputados y candidato a gobernador del PJ en Santa Cruz, generó una de las primeras controversias (ver aparte, pág. 2).
Lo de Alberto Fernández en la jefatura de Gabinete era una designación cantada. Fernández fue el jefe de campaña del santacruceño y el domingo había llegado a Río Gallegos para participar del armado del gabinete. El lunes a la mañana, Kirchner lo puso al tanto de su nombramiento y le encargó como primera tarea llamar al resto de los designados y ofrecerles el cargo. Fernández apareció ayer en el despacho de la gobernación apenas Kirchner terminó el anuncio y contó que todos los elegidos se hicieron los sorprendidos pero todos dijeron que sí al ofrecimiento.
Lo del otro Fernández, Aníbal, en cambio, resultó una pequeña sorpresa. Actual ministro de la Producción, Aníbal Fernández era candidato a seguir en su puesto o pasar a Trabajo. “Aníbal es un cuadro político importante y en el último tramo de la campaña se convenció de apoyarnos y jugó bien con Néstor”, contaba una de las pocas personas que compartió la intimidad del Presidente electo en estos días. La designación de Fernández en Interior fue una postergación para quienes se veían con ganas de asumir como el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, y el vice de Tierra de Fuego, Daniel Gallo. Fellner, sin embargo, seguirá como uno de los principales operadores de Kirchner con los gobernadores.
El nombramiento de Bielsa como canciller también alteró los planes previos porque siempre se lo mencionó como candidato para Justicia o incluso como procurador general. “Es uno de los principales intelectuales del país y tiene un fuerte compromiso político”, lo definían ayer cerca de Kirchner como justificación a su nombramiento. La intención del presidente es desarmar lo que se considera la “línea” que desde hace años maneja el rumbo de la Cancillería, que consideran “pro yanqui” y “pro británica”, ideóloga de las relaciones carnales de la era menemista. Para esa tarea, entonces, consideraban fundamental colocar allí a un hombre de las características de Bielsa. El ex jefe de la Sigen, al igual que Gustavo Beliz, era candidato a jefe de Gobierno porteño por su propio partido, Gesta, que adhirió a la candidatura presidencial de Kirchner. Con sus designaciones en el Ejecutivo nacional y el renunciamiento a sus candidaturas, Kirchner le despejó a Aníbal Ibarra el camino hacia su reelección, en la que le espera una dura competencia contra Mauricio Macri. Con todo, ayer Kirchner evitó respaldar públicamente al actual jefe de gobierno.
Cerca del presidente admitían que la llegada de Pampuro a Defensa había sido una carta de último momento, al no contar con otro candidato que les resultara más atractivo. El actual secretario general de la Presidencia fue de los más activos operadores en la relación de Kirchner con el PJ bonaerense y siempre se lo mencionó como posible funcionario del nuevo gobierno, aunque a Pampuro no le disgustaba continuar con su tarea de armar redes políticas desde el Congreso. Pampuro es candidato a diputado del justicialismo en la provincia.
Como se suponía, Lavagna ganó un casillero en la estructura de poder al asumir la cartera de Producción, creada por Duhalde para fomentar el trabajo de las industrias nacionales. No obstante, en el nuevo gobierno aclaraban que eso no significaba que esa tarea quedara en un segundo plano, sino que simplemente ahora la asumiría Lavagna. El ministro de Economía y el de Salud, Ginés González García, son los únicos dos funcionarios que no deberán cambiar de despacho después del 25 de mayo.
De Vido es uno de los pocos hombres de total confianza de Kirchner. Ex ministro de Economía y actual de Gobierno de Santa Cruz, era una fija para ocupar algún cargo a nivel nacional. Kirchner directamente le creó un ministerio a medida, desde el que buscarán acelerar la obra pública –“con visión federal”, agregaban– y centralizar la problemática del control y las tarifas de los servicios públicos.
Con la designación de su hermana mayor al frente de la ayuda social, Kirchner sabía que enfrentaría acusaciones de nepotismo pero Alicia desde hace años ocupa el mismo cargo en la provincia y es una especialista en el tema: en el entorno de Kirchner aclaraban que es una de las pocas personas doctoradas en Acción Social en el país.
Beliz tiene una relación personal de años con Kirchner, por lo que se suponía que ocuparía un cargo en el gabinete. No obstante, ayer, en la gobernación, reconocían que si Beliz hubiera andado mejor en las encuestas de intención de voto en la Capital tal vez no lo hubiesen convocado. De esta forma, Beliz volverá a ocupar un cargo de ministro, función que no cumple desde que se fue del gobierno de Carlos Menem denunciando prácticas corruptas. Finalmente, el área de seguridad permanecerá en el ámbito de este ministerio y, según viene anticipando Kirchner, Beliz tendrá una postura más rigurosa en el control de las protestas piqueteras.
Lo de Filmus fue una de las primeras confirmaciones –y revelaciones– en el nuevo gobierno. Ayer explicaban su designación en el “extraordinario trabajo” de Filmus como secretario de Educación porteño. Filmus había sido elegido por Ibarra como compañero de fórmula para las elecciones de septiembre, así que ahora deberá buscarse otro vice.
El laboralista Carlos Tomada había trabajado en los equipos técnicos que elaboraron el plan de gobierno de Kirchner. Tomada, que integró el Grupo Calafate, fue viceministro de Alfredo Atanasof en el primer tramo del gobierno de Duhalde, y desde hace tiempo asesora a sindicatos. Su nombre aparecía como primera alternativa al ministerio en los días posteriores a la primera vuelta electoral, pero luego había cobrado fuerza la alternativa de Fernández.
Otro nombramiento fuera de los planes fue el de Parrilli en la Secretaría General de la Presidencia. Ex diputado peronista por Neuquén, Parrilli había sido candidato a gobernador por la Alianza. Desde hacetiempo que es cercano a Kirchner, primero cuando creó La Corriente y luego cuando participó del Grupo Calafate.
“Traté de armar un gabinete homogéneo, con gente con la misma visión, joven, con mucho futuro y mucha pluralidad. Creo que hay gran sentido de coherencia, homogeneidad y capacidad de gestión”, se entusiasmó el presidente al comentar sus designaciones. Kirchner volverá hoy a Buenos Aires para comenzar a pensar su próximo paso: el discurso que dará el domingo ante la Asamblea Legislativa en el Congreso, minutos antes de que Duhalde le entregue la banda y el bastón.
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