Se sabía que Néstor Kirchner colocaría a un hombre de su íntima confianza en la SIDE. No sólo por lo delicado de la información que circula por allí, sino también por los resquemores del presidente electo de sufrir ataques de lo que considera resabios del menemismo en el poder, con base operativa en ramificaciones de la Secretaría de Inteligencia. La candidatura más difundida había sido la del ex diputado Daniel Varizat, titular de la Casa de Santa Cruz. Sin embargo, ayer Kirchner sorprendió nombrando al presidente de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, Sergio Acevedo. Lo inusual de la designación es que el fin de semana se lanzó la candidatura de Acevedo para la gobernación de Santa Cruz, lo que lo obligará a hacer campaña mientras conduce la SIDE y, si como todo parece indicarlo, gana las elecciones, a renunciar en diciembre. “Va a cumplir una tarea inicial”, explicó Kirchner la extraña jugada. La justificó calificando a la secretaría como “un área muy particular, muy seria” y que Acevedo había tenido la deferencia de “ayudarme a hacer las cosas que hay que hacer allí en la primera etapa”.
“Eso es una fuerte señal de Néstor. Es una demostración de que queremos cambiar las cosas en serio”, evaluaba ayer en la Casa de Santa Cruz un compañero de militancia de ambos. La designación de Acevedo se explicaba como una jugada de Kirchner para “limpiar” la SIDE de acá a diciembre, cuando le pasará la posta a otro hombre de la confianza presidencial que, supuestamente, ya está decidido. “Ya sabemos quién lo va a reemplazar”, aseguraba el compañero de militancia.
Uno de los problemas de Kirchner es lo acotado de su entorno, que lo obliga a echar mano siempre de la misma gente cuando necesita a alguien de confianza. Acevedo fue su vicegobernador en las elecciones del ‘99, luego debió renunciar para ir como candidato a diputado, ahora dejará de ser diputado para presentarse a la gobernación y, en el ínterin, se hará cargo de la SIDE. Acevedo, quien estuvo con el presidente electo desde el viernes pasado, aseguraba que no había incompatibilidades entre su candidatura y su nuevo cargo. Además, decía que no iba a hacer campaña.
Sentado en primera fila junto a quien será gobernador hasta diciembre, Héctor Icazuriaga, Acevedo escuchó el anuncio de Kirchner y luego atendió a Página/12.
–¿Lo sorprendió que Kirchner lo colocara al frente de la SIDE?
–Yo sabía que Kirchner alguna responsabilidad iba a tener en este inicio y estaba dispuesto a colaborar, como siempre.
–¿Cómo va a hacer campaña si es jefe de la SIDE?
–Con mucho respeto por la sociedad de Santa Cruz, ellos saben lo que pensamos, lo que hemos hecho, cuál ha sido nuestra conducta y la agrupación a la que pertenecemos. Tenemos la suerte de vivir en una provincia en la que nos conocemos todos y sabemos adónde queremos ir.
–En caso de que gane estaría pocos meses en el cargo, ¿qué aspira a hacer en ese tiempo?
–Kirchner me ha pedido que tenga espíritu democrático y estricto cumplimiento con la ley, además de rendir cuentas a todos los organismos de control de la Secretaría de Inteligencia.
–¿Cómo piensa manejar un cargo con una historia cargada de fondos reservados y escuchas ilegales?
–Nada que esté fuera de la ley puede hacerse.