El juez jubilado Raúl Tettamanti renunció a su designación como subrogante, por la que había quedado al frente del Juzgado en lo Civil y Comercial que debe fallar sobre la constitucionalidad del artículo de la ley de medios que obliga al grupo Clarín a desprenderse de licencias de radio y televisión. Su decisión, según trascendió ayer en el fuero, fue consecuencia de la conferencia de prensa que la semana pasada dio el ministro de Justicia, Julio Alak, en la que anunció que Tettamanti sería recusado, ya que su nombramiento había sido irregular y “digitado” con el objetivo de que beneficiara al multimedio. Alak describió una doble maniobra que asoció con el camarista civil y consejero Ricardo Recondo: el nombramiento de Tettamanti como juez interino y el bloqueo de la designación de un juez titular en el Consejo de la Magistratura. El representante del Poder Ejecutivo en el organismo, Hernán Ordiales, exhortó ayer a la Cámara Civil “a que se abstenga de nombrar nuevos subrogantes y espere a que el Consejo se expida para nombrar jueces de la Constitución; cualquier subrogante va a estar sospechado”. Pero los consejeros de la oposición no quieren aprobar el concurso tal como está, piden revisarlo. Habían acusado al Gobierno de querer imponer a María Lorena Gagliardi como candidata para el juzgado del caso Clarín. Mañana se reúne el plenario.

Tettamanti estaba jubilado desde 2008 y tenía cerca de treinta años de magistrado, pero fue designado con posterioridad como juez subrogante en dos juzgados del fuero civil y comercial. En uno de ellos, el número 1, quedó a cargo de las causas que están listas para dictar sentencia. La de Clarín –radicada allí– no lo estaba aún, pero podía estarlo. Los términos en los que Alak denunció su nombramiento fueron similares a los de la denuncia que había presentado en el Consejo de la Magistratura una de las concursantes, Gagliardi, funcionaria del Onabe: decía que el nombramiento había sido a dedo y lo firmaron el camarista y consejero Ricardo Recondo y el titular de la Cámara Civil, Martín Farrel. Para ella el sorteo no habría sido tal e incluyó solo los nombres de Tettamanti y el juez Francisco de Asís Soto, asignado al Juzgado 7. La aspirante, de hecho, recusaba a Recondo para impedir que votara la terna del concurso. El Consejo luego abrió una actuación más amplia que puso bajo sospecha todo el sistema de designación de subrogantes de la Cámara Civil, donde en los cinco juzgados vacantes rotaban los jueces interinos todas las semanas. La semana pasada la Corte Suprema avaló indirectamente la designación de Tettamanti al sostener que la Cámara estaba facultada para designar subrogantes. Pero a la vez hizo saber que espera que se cubran las vacantes pendientes.

La renuncia de Tettamanti, según allegados a la Cámara Civil y Comercial, haría referencia a la presión que habrían implicado las expresiones del ministro Alak en relación con su nombramiento y el anuncio de que sería recusado. El planteo iba a incluir algunas referencias a que en el mismo juzgado de la causa de la ley de medios una secretaria letrada es su nuera, Ana Laura Bruno, cuando el Reglamento para la Justicia sólo admite hasta el cuarto grado de consanguinidad; también sumaría alusiones sobre otros vínculos: la secretaria privada de ese mismo juzgado es cuñada de Tettamanti (esposa de su hermano fallecido); a cargo de otro está su sobrino Alejandro Saint Genéz, cuya esposa es secretaria en la Cámara.

Ayer a la noche, en una reunión de referentes de la Asociación de Magistrados se debatía qué camino debería seguir ahora la Cámara Civil, al quedar nuevamente vacante un puesto de juez con la causa Clarín a cuestas, y en el horizonte el 7 de diciembre, cuando cesa la medida cautelar que mantiene eximido al grupo del plazo de desinversión. La Cámara, según ya dijo la Corte, tiene potestad para designar a los subrogantes, para lo cual debería realizar un sorteo entre todos los jueces del fuero que haya disponibles, aunque podría incluir jubilados si fuera necesario. Mientras tanto, el consejero delegado del Ejecutivo, Ordiales, en diálogo con Página/12, pidió que la Cámara Civil “en este estado de crisis no nombre a ningún juez interino” y “espere que el Consejo se expida; la Cámara ha demostrado que manipuló una designación, cualquier nombramiento que vuelva a realizar va a estar sospechado”, advirtió. En el mismo sentido se pronunció el senador del FpV Marcelo Fuentes. “El juez natural para ese juzgado debe ser el juez de la Constitución nacional y no un juez subrogante, jubilado y designado entre cuatro paredes y en una elección entre solo dos magistrados.”

El problema es que la semana pasada el oficialismo en el Consejo fracasó en su intento de aprobar una lista de candidatos a ocupar los juzgados civiles vacíos. Primero apoyaron la recusación contra Recondo, lo que –de concretarse– calculaban que podía permitirles conseguir dos tercios de los votos. Pero ni Recondo ni los otros consejeros jueces ni los radicales aceptaron discutir nada en esos términos y directamente frustraron la reunión. El kirchnerismo ofreció excluir a Gagliardi de los nombres elegidos, pero tampoco tuvo éxito. Quedó todo postergado para esta semana. En el oficialismo se quejan porque dicen que, por ejemplo, el radical Oscar Aguad, había apoyado toda la lista de candidatos cuando fue aprobada en la Comisión de Selección. Algunas especulaciones dicen que deberían abstenerse de votar en el próximo plenario. Habrá que ver, porque la postura de la UCR ahora es que el concurso debería volver a comisión y ser revisado. A la vez, no está descartado que algún consejero de otro estamento ayude a destrabar el concurso.