EL PAíS
› ELISA CARRIO ASEGURA QUE AYER SE SINTIO BIEN EN SU BANCA
“No tuve el asco que tenía antes”
La dirigente del ARI fue la única entre los principales candidatos presidenciales que estuvo en el Congreso. Valoró el discurso de Kirchner pero insiste en mantener a su partido en la oposición. “Espero que aproveche la oportunidad”, señaló.
› Por José Natanson
“Yo me sentí bien en mi banca, y eso era algo que hacía mucho tiempo que no me pasaba. No tuve la sensación de asco que tenía antes”, aseguró la líder del ARI, Elisa Carrió, luego de la ceremonia de asunción de Néstor Kirchner. Y, aunque reconoció coincidencias con el discurso de ayer, insistió con que no hay motivos para modificar su posición: sus hombres no participarán de la nueva gestión y el ARI buscará consolidarse como la principal fuerza opositora. “Kirchner tiene una enorme oportunidad histórica. Espero que la aproveche”, señaló la chaqueña.
Carrió llegó temprano al Congreso. Vestida de azul, parecía serena en su banca de diputada, desde la que escuchó atenta el discurso de Kirchner e incluso aplaudió algunos párrafos.
–¿Estaba contenta?
–Estaba bien. Había un clima de serena esperanza, y eso era algo que se notaba.
–¿Esto puede modificar su decisión de no renovar su banca?
–No.
–¿Por qué?
–Porque es necesario predicar con el ejemplo. Yo creo en el valor de la palabra. Dije que no iba a buscar un nuevo lugar en el Parlamento y lo voy a sostener.
La líder del ARI fue la única candidata presidencial importante que participó del acto de ayer: Carlos Menem se quedó en Chile rumiando bronca con Cecilia Bolocco, López Murphy viajó a Estados Unidos y Adolfo Rodríguez Saá prefirió acompañar a su hermano Alberto, que asumió como gobernador de San Luis. “Eso no es bueno, demuestra inmadurez institucional”, aseguró Carrió.
Con su presencia en el Congreso, la chaqueña mostró su aval institucional al nuevo gobierno, aunque cuidándose siempre de no confundir las cosas: las versiones sobre una posible colaboración del ARI comenzaron apenas se confirmó la renuncia de Menem al ballottage, y se asentaron en un dato insoslayable. Es que, a pesar de sus orígenes y trayectorias disímiles, Carrió y Kirchner tienen coincidencias importantes en términos de discurso y programa.
Carrió, sin embargo, quiso cortar de raíz cualquier operación en este sentido, y amenazó con expulsar de su fuerza al que acepte ofertas del nuevo presidente. Para la diputada, el futuro del ARI –y el suyo– pasa por la construcción de una fuerza política independiente del PJ, que extienda poco a poco su poder territorial y consolide una identidad propia.
Pero hay algo más. Aunque reconocen buenas intenciones, cerca de la chaqueña plantean algunas dudas sobre la gestión Kirchner. “¿Va a animarse a investigar a Duhalde? ¿Va a impulsar el juicio político a la Corte Suprema? ¿Va a presionar al Congreso e impulsar a fondo la reforma política? ¿Va a explicar cómo financió la campaña? ¿Está dispuesto a anular las leyes de Obediencia Debida y Punto Final?”, se preguntan en el ARI.
Pero la idea no es elevar el tono de las críticas, sino otorgarle a Kirchner un período de gracia. Ayer, por ejemplo, Carrió rescató el discurso del santacruceño. “Fue positivo, lo mismo que la ceremonia, que fue austera. Creo que las dos cosas fueron positivas”, sostuvo Carrió.
–¿Esto puede modificar la decisión de que el ARI participe en el nuevo gobierno?
–No.
–¿Por qué?
–Yo deseo que las cosas funcionen, y si es así lo vamos a reconocer. Pero eso no implica que cambiemos los roles. Nuestro lugar es el de la oposición. La cuestión no es amontonarse, sino acompañar, criticar y construir una fuerza distinta, porque eso es el ARI. Además, el contrato nuevo moral, el verdadero cambio, no pasa por los discursos sino por los testimonios.