A un año de las elecciones de 2011, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvería a ganar en primera vuelta, tal como ocurrió aquel 23 de octubre. La mandataria consigue hoy el 47 por ciento de los votos, bastante cerca de los porcentajes que obtuvo hace doce meses, con Hermes Binner obteniendo el 19 por ciento y Alberto Rodríguez Saá consiguiendo el 11 por ciento. La idea del sondeo era reproducir la elección del año pasado, porque hoy no está claro quiénes serán los candidatos de 2015. De todas maneras, según una encuesta realizada por la misma consultora hace un mes, Mauricio Macri –ubicado hoy en la grilla de candidatos– no lograría equiparar la línea de Binner y se ubicaría tercero. La Presidenta mantiene una imagen positiva de 52 por ciento; la inseguridad, la inflación y la corrupción, en ese orden, son percibidos como los principales problemas.

Las conclusiones surgen de un amplio estudio nacional realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1132 personas de todo el país en 29 puntos distintos, incluyendo Capital Federal, primer cinturón del conurbano, segundo cinturón, Mendoza, Rosario, Córdoba, Tucumán, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Chaco y otras numerosas localidades.

“Hay una matriz de fidelidad que explica la intención de voto de CFK –señala Bacman—. Un 66 por ciento de quienes la votaron el año pasado lo harían otra vez hoy mismo. Eso la hace partir del 35,5 por ciento. Pero proyectando el 25 por ciento de indecisos o de votos negativos –que después en la elección no se dan—, la Presidenta llega al 47 por ciento. Por otra parte, sus pérdidas no van a otros candidatos, sino que engruesan esas columnas de indecisos y voto en blanco.”

El titular del CEOP explica que la idea del estudio era reproducir la elección del año pasado, con los mismos candidatos, porque no están claros los postulantes para el 2015. “Hoy Cristina no es candidata, Macri da la impresión que lo será, Binner también, Ricardo Alfonsín tendrá que recorrer un camino, Eduardo Duhalde casi seguro que no se postulará y nada sabemos de Rodríguez Saá. Los que más ganaron son Binner, que recoge votos del radicalismo, y Rodríguez Saá, que reúne distintas vertientes. Por esta misma razón, que no sabemos quiénes van a ser los candidatos, es que no incluimos a Macri, pero la última vez que lo medimos estaba en 15 por ciento, sin alcanzar a Binner. Diría que la imagen de Macri viene bajando este año, ya no se lo percibe como un buen administrador y se lo vio afectado en especial desde el conflicto de los subtes y creo que tiene influencia la cuestión de los vetos. Ojo que el ingreso de Macri en la grilla de candidatos no mejora la performance opositora: le quita un poco a Binner, bastante a Duhalde, a Rodríguez Saá y a Alfonsín. De eso se nutre. Ah, y recordemos que Macri se bajó de esa elección de 2011.”

De todas maneras, para Bacman, la oposición ha avanzado entre abril y octubre. Cuando a la gente se le pregunta si se siente más cerca de la oposición o del oficialismo, este último se estabilizó en el 40 por ciento y la oposición en el 30 por ciento. “Hay un núcleo duro del kirchnerismo que son los jóvenes, los humildes y los que viven en el conurbano. Atención que también la Presidenta registra una buena performance en el interior del país. Nadie perfora esa base hasta ahora”, señala el consultor.

Una mirada a la imagen que la gente tiene de los dirigentes políticos sigue mostrando que el voto de CFK se basa en ese 52 por ciento de imagen positiva que registra. Bacman –como algunos otros consultores– busca una definición de los encuestados, si opinan bien o mal de cualquier dirigente; no admite la categoría regular. A la hora de las definiciones, entonces, CFK registra ese núcleo duro que la respalda, que suma más del 32 por ciento que la evalúa como muy positiva y un 19 por ciento que la califica con un “algo positiva”. Entre los dirigentes opositores, nuevamente aparece como mejor posicionado Binner con 46 por ciento de opiniones positivas. Su problema es que debe convertir esa aprobación en votos. Los peor evaluados, Elisa Carrió y Duhalde.

El CEOP decidió evaluar la solidez del sistema democrático a los ojos de los encuestados y sobre la base del motín que protagonizaron prefectos y gendarmes. Un 63 por ciento de los consultados consideró que la democracia argentina es estable, frente a un 34 que la evaluó como inestable.

Como sucede desde hace varios años, la inseguridad es considerada el problema más serio por los encuestados. Siempre tiene picos, en función de casos resonantes: este mes parece ubicarse en algo así como su promedio: 50 por ciento. Esto significa que la mitad de los consultados la nombró como una de sus principales preocupaciones. En segundo lugar, se ubicó la cuestión económica, pero cuando Bacman profundizó en las preguntas sobre este aspecto, lo que surgió es que la mayoría de los encuestados se referían a la inflación como problema de envergadura. En tercer lugar figura la corrupción como preocupante. Llama la atención que el dólar y la desocupación no son vistos como un problema de importancia: de hecho, figuran entre las cuestiones menos citadas por los encuestados.

Indudablemente la razón por la que CFK ganaría nuevamente si hubiera una elección este domingo es que hay una franja de la población que la respalda y que se mantiene fiel, mientras que en la oposición no surge quien remonte la cuesta.

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