La actriz Elena Cruz volvió de Miami y anticipó que piensa asumir la banca que quedó libre en la Legislatura porteña con el pase de Alberto Fernández como jefe de Gabinete. “He venido a cumplir con mi deber”, anunció ayer, recién desembarcada en Buenos Aires. En la Legislatura porteña la novedad causó revuelo entre los diputados, que empezaron con las consultas legales e inundaron las redacciones con declaraciones de repudio para evitar que la candidata que defendió a Jorge Rafael Videla llegue a ocupar un lugar en las sesiones. De todas maneras, nadie tiene muy claro si va a ser posible frenarla y ni de qué manera hacerlo.
“Es que hasta ahora estábamos tranquilos porque pensamos que no se iba a animar a venir”, confió uno de los legisladores consultados por Página/12. La mujer de Fernando Siro estaba viviendo en Estados Unidos y la información que manejaban los diputados era que iba a quedarse allí por un tiempo, de manera que el regreso cayó de la manera más inesperada.
“Volvimos con mi marido para cumplir con la Ciudad”, dijo Cruz ayer en declaraciones radiales. “Dadas las renuncias, entro yo. Esto no es opcional, es una obligación y en política se cumple. Estaré seguramente sola, pero ha llegado la hora de que los argentinos tiremos para adelante.”
Cruz fue la candidata número 22 en la lista de Domingo Cavallo y Gustavo Beliz en los comicios del 2001, boleta en la que fue incluida por idea del ex ministro de Economía. El 24 de marzo de ese año, en plena campaña electoral, participó de un homenaje a Jorge Rafael Videla en la vereda de la casa del dictador. El episodio fue denunciado por la APDH, ante lo cual la actriz profundizó su defensa de Videla. La Legislatura la repudió y Cavallo le pidió la renuncia sin éxito, tras lo cual intentó quitarla de su lista, pero la Justicia consideró que ya era tarde. Así las cosas, aunque los votos no le alcanzaron para ser diputada, con la salida de Fernández le corresponde reemplazarlo porque lo sigue en la lista.
En el cuerpo legislativo hay distintas posiciones sobre cómo impedirlo. La mayoría de los representantes coincide en que no la quieren ver, pero tienen diferencias sobre el camino a seguir. Inicialmente pensaban en pelotear la aprobación de su pliego, opción descartada porque como los legisladores que se van son cuatro o cinco si la frenan a Cruz impedirían también el ingreso de los otros reemplazantes.
“Para impugnarla el principal problema es que no está procesada por la Justicia. Podríamos caer en una forma de discriminación ideológica y sentar un mal precedente”, opinó otro de los consultados. Cristian Caram (UCR) dijo que van a buscar “hasta el último resquicio dentro de la ley para evitar su asunción” y le tiró la pelota a Beliz, a quien anticipó que le van a pedir “que la convenza para que no asuma”. Alicia Pierini, Roque Bellomo, Delia Bisutti y Vilma Ripoll fueron otros de los que repudiaron la posible incorporación. La tercera opción manejada era seguir el caso de Angel Luque en el Congreso nacional, que fue expulsado por una declaración en la que hizo apología del delito. Finalmente había quienes sonaban resignados y decían que “aunque asuma, el personal le va a ser hostil”. “Seguro que le van a tirar papelitos y que hasta va a haber alguno que le desconecte el teléfono”, dijeron.