Sáb 14.06.2003

EL PAíS  › BARRIONUEVO SALIO A DEFENDER A SU TROPA DEL PAMI

Luisito canta “Resistiré” pero no tiene con qué

“Mi canción favorita es ‘Resistiré’”, dijo el gastronómico y ensayó un panegírico de Petrecca y Hermoso. Pero la suerte de sus aliados parece echada: la CGT oficial está dispuesta a soltarles la mano, tras haberlo conversado así con varios integrantes del Gobierno.

› Por Diego Schurman

Orondo y desafiante. Luis Barrionuevo marcha a la guerra. El sindicalista que hasta hace poco decía no tener ninguna relación con el PAMI, ayer, cuando le preguntaron de la amenaza del Gobierno de intervenir la obra social de los jubilados, contestó irónico: “Mi canción favorita es ‘Resistiré’”. Claro, del otro lado no sólo tendrá a Néstor Kirchner sino también a varios pesos pesado de la CGT que, para evitar ubicarse en el centro del conflicto, se comprometieron a cumplir con los reclamos del Presidente.
Aunque sus intereses confluyen, Barrionuevo y los “gordos” de la CGT no transitan el mismo camino en la pulseada por el control del PAMI. El senador se está manejando con suma autonomía. Sabe que la familia Kirchner lo tiene en la mira y por lo tanto considera que dar un solo paso atrás sería resignar una de las cajas más importantes de la política, donde se mueven cerca de 2400 millones de pesos anuales.
Los “gordos”, fieles a su estilo, siempre están dispuestos a negociar con el poder de turno. Y así lo han demostrado las profusas conversaciones mantenidas con dos ministros del actual Gobierno: el de Salud, Ginés González García, y el de Trabajo, Carlos Tomada. Con este último los dirigentes gremiales intercambiaron opiniones hace algunos días, cuando coincidieron en la asamblea anual de la OIT, en Ginebra.
Para no avanzar con la intervención, Kirchner les pidió que removieran a los dos representantes gremiales en el PAMI. Creen que sin ellos los siete directores que están en nombre de los jubilados se subordinarán al poder central. La CGT oficial tiene la facultad para reemplazarlos. Y así se ha comprometido nuevamente ayer Daer, quien adelantó su regreso de Suiza, en contactos con la Casa Rosada.
No por nada, desde el Presidente hasta su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, han salido a bajar los decibeles de la confrontación, explicando que tener la facultad de intervenir no significa hacer uso de ella. Saben que ahora la pulseada se trasladó al seno del sindicalismo.
El cuadro de situación es el siguiente: Reynaldo Hermoso, uno de los representantes gremiales en la obra social de los jubilados, es un barrionuevista full time. Y fue –según todos coinciden– quien digitó el nombramiento de la actual línea gerencial que maneja los fondos y los contratos del instituto. Domingo Petrecca, el otro delegado cegetista, se asocia a Barrionuevo por extensión a partir de los turbios negocios funerarios con el PAMI a través del sello Funeral Home.
Daer no parece dispuesto a convertirse en punta de lanza en la cruzada contra el Gobierno. Menos en nombre de Barrionuevo, una figura controvertida y a quien la gente asocia con hechos de corrupción. Más aún: la relación del jefe cegetista con “Luisito” empeoró durante la gestión de Eduardo Duhalde y siempre sospechó que le quería arrebatar la conducción sindical.
Los “gordos” no tienen mejor fama que Barrionuevo. Pero insistentemente buscan despegarse de él. Tanto que a veces ni siquiera lo mencionan por su nombre sino como “el filósofo”. El apodo lo ganó por las frases, como “nadie hace la plata trabajando” o “hay que dejar de robar por dos años”, que lo llevaron a su máxima popularidad.
Así, mientras el senador aparece ahora como un “halcón” en el conflicto del PAMI, Daer no sólo se muestra dispuesto a remover a Hermoso y Petrecca –un gran amigo suyo– sino que hasta ha participado en la danza de nombres de reemplazantes. El que suena con más fuerza es el titular del gremio de Aduana, Carlos Sueiro, muy ligado a las 62 Organizaciones Gremiales y por estas horas fuertemente impulsado por el mercantil Armando Cavalieri.
En reuniones privadas Kirchner siempre consideró que había que reactivar ese brazo político del gremialismo. Más aún, insisten en la necesidad de alcanzar la “unidad sindical”. Por eso, para ocupar la segunda representación gremial consultó a la otra CGT, la rebelde de Hugo Moyano.Y ésta propuso para el puesto a Juan Carlos Schmid, del gremio de dragado y balizamiento.
En superficie nadie habla de estos avances. Y lo único que toma estado público son las acusaciones de Barrionuevo contra el Gobierno. El cuestionado senador dijo que el PAMI “anda muy bien” y en eso defendió su preferencia por el tema “Resistiré”. “Viene de la época de los militares, así que no me amedrentan con operaciones de prensa que han venido haciendo permanentemente distintos funcionarios”, intentó correr por izquierda. Juan González Gaviola, el representante del Estado en el PAMI y a quien Kirchner encomendó hacer la limpieza en la obra social de los jubilados, siguió la línea irónica y dijo que su tema preferido era “Persistiré”.
Por eso Barrionuevo no tardó en atacarlo. “Llegó como un dictador con intención de echar a todo el mundo, a aplicar manu militari”, achacó. Y, en contraste, endulzó a Petrecca y Hermoso, al calificarlos como hombres “honestos” y hasta ponerles el título de “eminencias”.
Perdió la memoria o ha cambiado la concepción que tiene de ellos y de sí mismo. Las crónicas del ‘97 recuerdan cuando, durante un proceso de unidad de la CGT, se debía elegir al representante sindical en el PAMI. En ese momento, Barrionuevo, flanqueado por Daer, West Ocampo y el propio Petrecca, se acercó a Schmid, y le dijo: “Andá vos, porque nosotros somos impresentables”.

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