El papa Francisco recibió a Bartolomé I, máximo líder de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa y patriarca de Constantinopla y a representantes de otros credos. “Confirmo desde ahora mi firme voluntad de proseguir el camino del diálogo ecuménico”, afirmó Francisco, quien habló sobre la necesidad de “estar cerca de los hombres y mujeres que, si bien no se reconocen en ninguna tradición religiosa, buscan la verdad, la bondad y la belleza, que es verdad, bondad y belleza de Dios”. El ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio hizo esa declaración en el marco de un encuentro ecuménico que se hizo en el Vaticano. Se trata de la primera vez desde el año 1054, cuando se produjo el cisma entre Oriente y Occidente, que el patriarca de Constantinopla asiste a la llamada entronización de un papa.

El Papa recibió a Bartolomé I en la Sala Clementina del Vaticano, acogido con un gran aplauso, donde hubo un encuentro con los delegados fraternos de las iglesias, comunidades eclesiales, organizaciones ecuménicas internacionales y representantes de las religiones no cristianas.

Además, el papa Francisco saludó afectuosamente al rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni. “Confío en que podremos proseguir fraternamente el prolífico diálogo que el Concilio auspiciaba y que se realizó trayendo no pocos frutos”, indicó el pontífice, dirigiéndose a la comunidad hebrea. El papa argentino también subrayó el especialísimo vínculo espiritual que une a cristianos y judíos. En tanto, el Papa saludó y agradeció a los representantes de otras tradiciones religiosas, en primer lugar “a los musulmanes, que adoran al Dios único, viviente y misericordioso, y lo invocan en la oración”. Además de comunidades musulmanas y judías, de esta reunión en el Vaticano participaron grupos budistas, sij y jain.

Francisco prometió acercamiento para representantes de las iglesias cristianas y de otras religiones. Durante su primer día como pontífice, el papa latinoamericano cumplió una agenda apretada, que sufrió varios minutos de retraso, algo inusual para el puntual protocolo del Vaticano. “La Iglesia Católica es consciente de la importancia de la amistad y del respeto entre hombres y mujeres de diferentes tradiciones religiosas”, manifestó el Papa ante los líderes cristianos, ortodoxos, protestantes y judíos presentes.

“Es uno de los peligros de nuestro tiempo”, reconoció el religioso argentino, que cuando ejercía como arzobispo de Buenos Aires criticó en varias ocasiones las consecuencias de la globalización. “Tenemos que estar cerca de los hombres y de las mujeres que, si bien no se reconocen en las tradiciones religiosas, buscan la verdad, la bondad y la belleza, que a su vez son la verdad, la bondad y la belleza de Dios”, agregó. Asimismo, el Papa afirmó que una de las insidias más peligrosas de nuestro tiempo es pensar que el hombre no tiene necesidad de Dios. “Todos sabemos cuánta violencia ha causado en la historia reciente el intento de cancelar a Dios de la sociedad”, afirmó delante de los líderes religiosos.