Tras la pueblada del jueves, las autoridades policiales bonaerenses decidieron intervenir la comisaría de Arrecifes en un nuevo intento por calmar los ánimos de los vecinos del lugar, que estallaron, quizás copiando lo ocurrido días atrás en Arequito, quizás por otras razones, luego del asesinato del ingeniero agrónomo Eduardo Vesprini, dentro del campo de propiedad de sus padres. Tal fue la conmoción que produjo el crimen que ayer más de cuatrocientos adolescentes de la Escuela Agropecuaria –adonde concurre el hijo de la víctima– y de la Escuela Normal Superior salieron a las calles para expresar su repudio y realizaron una sentada exigiendo al intendente municipal mayor seguridad. “Les salió espontáneamente como una forma de decirle a los mayores que se dejen de joder y se pongan a trabajar”, comentó a Página/12 uno de los profesores que estuvo en el lugar. Mientras tanto, en La Plata, el gobernador Felipe Solá recibió al intendente y prometió aumentar los efectivos policiales en la localidad del norte bonaerense. Por el asesinato hay cuatro detenidos.
Un día después de las manifestaciones que forzaron la renuncia del comisario local y llevaron a la intervención de la comisaría, Arrecifes comenzó a retomar su ritmo habitual de pequeña ciudad bonaerense, aunque la indignación por la falta de seguridad y la continua sospecha de un vínculo oculto entre la policía y los delincuentes persiste entre los vecinos. “Ahora se va el comisario, pero quedan los de abajo y dentro de un tiempo todo vuelve a ser igual”, expresaron indignados algunos de los lugareños que volvieron, al caer la tarde, a concentrarse frente a la comisaría exigiendo mayor seguridad. Al mediodía, más de 400 estudiantes del polimodal realizaron una sentada en repudio del crimen de Vesprini. “Cortaron la calle en una reacción espontánea de bronca. Hace 15 días habían hecho una marcha cansados de que les roben y nadie les dio pelota”, explicó uno de los profesores que acompañaron a los alumnos.
Es que desde hace algunos años esta ciudad de cerca de 20 mil habitantes comenzó a convertirse en un lugar inseguro para vivir, por el aumento de la delincuencia y una sospechosa pasividad policial. “Sobre todo en el campo con el robo de ganado, la situación es dramática y pareciera que hubiera zonas liberadas. La gente se está yendo de allí a raudales”, explicó Samuel Verón, periodista del diario local Arrecifes.
Para el jefe municipal, Gustavo Picoy, y para el gobernador Solá –que compartieron una reunión por la tarde–, el problema de la inseguridad no tiene que ver con la policía, sino justamente con la falta de ella. “En Arrecifes hay en estos momentos 30 efectivos policiales, pero si descontamos los turnos de descanso, llegamos a que la ciudad dispone solamente de diez efectivos permanentes por turno, una cifra baja para una localidad con tantas rutas y con tanta movilidad”, expresó el gobernador antes de asegurar que reforzará la dotación local con más móviles y efectivos policiales. “Los vecinos en el campo están armados porque se sienten mucho más inermes, esto hay que admitirlo”, añadió Solá.
El ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, confirmó que “hay cuatro detenidos” en relación al crimen de Vesprini. Tres de ellos -los hermanos Alberto y Alfredo Vargas y Sergio Medina– estarían vinculados al hecho y el restante, apresado por tenencia de drogas, podría también estar relacionado al caso, explicó. Los cuatro fueron trasladados a San Nicolás, ante el temor de que hubiera algún intento de linchamiento por parte de los vecinos en la comisaría local.
Producción: Damián Paiquin