“No vale la pena seguir insistiendo en algo que no va a funcionar”, dijo ayer José “Pepe” Scioli. Así dio por terminadas todas las negociaciones con el macrismo para un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires. El dirigente denarvaísta se mostró convencido de la imposibilidad de hacer una alianza. “Hemos aprendido de la experiencia de 2009, cuando Unión-PRO se rompió poco después de los comicios”, recordó.

Scioli explicó las razones por las cuales fracasaron los intentos de acercar posiciones entre el espacio de Francisco de Narváez y el partido de Mauricio Macri. “Ellos no pueden pedir por los votos que no tienen en la provincia de Buenos Aires, ni nosotros conceder lugares que les corresponden a otros espacios con los que venimos trabajando”, definió.

Entre los sectores que nombró que vienen acompañando a De Narváez, Scioli citó a “La Juan Domingo, la CGT de (Hugo) Moyano, Federación Agraria, Carbap, dirigentes que trabajan con el gobernador (José Manuel) De la Sota y que provienen del PRO y el radicalismo”.

El dirigente se quejó de que en el PRO están pensando más en 2015 que en estas elecciones. “No me parece que valga la pena seguir insistiendo en una construcción política. De Narváez, para mí, es el único dirigente que está en condiciones de ganarle al Gobierno”, agregó.

Cuando le preguntaron sobre la posible candidatura de Sergio Massa, contestó: “Nosotros no lo tomamos en cuenta hasta que no tome una decisión. Por una cuestión de respeto, no hay que hacer elecciones. Si entra en el escenario de la política, va a ser un actor importante”.

La ruptura entre Macri y De Narváez también fue reconocida desde el PRO. En ese sentido, el titular del macrismo bonaerense e intendente de Vicente López, Jorge Macri, había anticipado que veía “muy difícil” que se llegara a un acuerdo entre los sectores. “Las confianzas están rotas”, fue su definición.