–¿Cómo estás, Male?

–Con vos, para el orto. ¿Cómo querés que esté, pedazo de forro?

El diálogo, en los pasillos camino a un estudio de televisión, tuvo como protagonistas al gobernador bonaerense Daniel Scioli y a Malena Galmarini, esposa del candidato del Frente Renovador Sergio Massa. El mandatario se acercó a saludar a la mujer, quien le contestó con un exabrupto, tras el episodio del robo a la casa de ambos que Massa ocultó durante dos semanas. El insulto le dio un tono crispado al final de la campaña de Massa, que el intendente de Tigre buscaba evitar. Y le permitió a Scioli mostrarse contemporizador y decir que él es “un caballero, especialmente con las mujeres”. Massa luego aseguró que le pidió a su esposa que se disculpe con Scioli “la próxima vez que se crucen”.

Hija del ex funcionario menemista Fernando Galmarini y de la ex diputada Marcela Durrieu, Malena Galmarini está afiliada al PJ desde los 18 años y fue subsecretaria de Juventud del PJ a los 21. El entonces presidente Carlos Menem fue de invitado de honor a la fiesta de casamiento de ella con Sergio Massa. La organizó la wedding planner Bárbara Diez, esposa del jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Galmarini no es, entonces, “la mujer de”, sino que es parte de un matrimonio político. De hecho, la evaluaron como posible integrante de la lista cuando estaba en duda la candidatura a diputado del intendente de Tigre. Como dijo ayer Massa, ella “tiene carácter”. El miércoles a la noche lo demostró.

Habían llegado con Felipe Solá al estudio de América 24. Solá se saludó con Scioli con normalidad, pero luego llegó el turno de Galmarini y el insulto. El gobernador no le contestó nada y siguió camino.

“Yo soy un caballero respetuoso, especialmente con las mujeres. Punto”, dijo Scioli cuando lo consultaron ayer sobre el episodio de anteanoche. “A lo largo de estos años, siempre han encontrado en mí una persona que busca la tolerancia social, la convivencia democrática, en la diversidad, defendiendo siempre lo que considero que es lo mejor para la provincia y el país. Seguir avanzando, seguir creciendo.” Scioli no emitió ninguna opinión sobre el insulto.

Massa tomó nota de que el exabrupto al final de la campaña lo alejaba del perfil moderado que había intentado mostrar en un comienzo. El tema creció en las redes sociales a partir de su difusión en Twitter. El hashtag #PedazoDeForro llegó a ser una de las tendencias del momento (trending topic). “Pedía diálogo y se quitó el saco para pelear. Son el consenso, al grito de ‘pedazo de forro’”, los cruzó desde su cuenta la legisladora Claudia Neira.

Massa salió a ensayar una estrategia de control de daños. “Además de ser mi esposa, es madre, y tiene una personalidad que hace que, con todo lo bueno y lo malo que eso implica, nunca deje de decir lo que piensa”, la justificó. “Creo, en lo personal, y se lo dije anoche cuando llegamos a casa, que cuando se lo vuelva a cruzar a Daniel por esa discusión le tiene que pedir disculpas”, afirmó Massa. “La entiendo, comprendo que es una mamá enojada por lo que nos pasó en casa y por el contexto de discusión que se vivió después”, la siguió excusando Massa, siempre presentándola como “una madre” y no como una dirigente política.

Lo cruzó su adversario en la provincia, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. “No son nuestro estilo los agravios”, se diferenció. “Lo importante es resolver los problemas de la gente y mediante los agravios no se llega a ninguna solución. Siempre hemos construido desde la política para transformar la realidad”, advirtió el candidato a diputado del Frente para la Victoria.