Vie 18.10.2013

EL PAíS  › LA MILITANCIA DEL KIRCHNERISMO SE MOVILIZO MASIVAMENTE FRENTE A LA ROSADA POR EL 17 DE OCTUBRE

Una Plaza de Mayo autoconvocada en respaldo a CFK

La idea surgió espontáneamente desde la internación de la Presidenta. En la Plaza de Mayo no hubo escenarios ni oradores y los funcionarios y dirigentes se mezclaron entre el público. Prevaleció el clima festivo.

› Por Julián Bruschtein

“Parrilli, Parrilli, ¿cómo está la Presidenta?”, le preguntaba una militante al secretario general de la Presidencia a medida que avanzaba por la Plaza de Mayo. Agrupaciones, sindicatos, partidos políticos, organizaciones sociales y mucha gente suelta se lanzaron a la calle para mostrar a Cristina Fernández de Kirchner su apoyo en el Día de la Lealtad Peronista. Sin oradores ni escenario, la gente ocupó la Plaza de Mayo en masa con toda la liturgia peronista a la que se sumaron todas las expresiones que contiene el kirchnerismo.

“Vengo bancando este proyecto, proyecto nacional y popular”, comenzaba a cantar la multitud mientras se proyectaba un video con imágenes del ex presidente Néstor Kirchner mezcladas con las de Juan Domingo Perón. “Porque Néstor no se fue, lo llevo en el corazón, con la jefa los soldados de Perón”, seguía el cantito con los dedos en “V” al que se sumaba un nene en los hombros de su papá con una remera del Movimiento Evita. Las imágenes iban de Perón a Kirchner y de Eva Perón a Fernández de Kirchner en momentos cruciales de su gobierno, como el discurso en contra del lockout patronal en el 2008 o la nacionalización de YPF.

Los funcionarios y legisladores llegaban a la Plaza integrando columnas de agrupaciones o gremios. La UOM de La Matanza llegó con los diputados Juliana Di Tullio, Héctor Recalde, Carlos Gdansky, Carlos Kunkel y Diana Conti a la cabeza. “Estamos festejando el Día de la Lealtad con el pueblo y con Cristina. Esta es la lealtad peronista”, dijo Conti al detenerse en bloque para permitir que pase la Corriente Martín Fierro que lidera Jorge Quito Aragón y que también hacía su ingreso a la Plaza. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, saludó a la gente y el secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, caminaba cerca de la Pirámide en el centro de la Plaza. Mientras, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, cantaba con las manos en alto en medio de los militantes de la agrupación Pueblo Peronista. Todos en el llano, sin guardaespaldas y con una sonrisa surcando la cara ante los saludos de los militantes que los reconocían y se acercaban para palmearles la espalda. El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, llegaron caminando juntos por el lado de la estación del subte A.

“Como el 17 de octubre del ’45 en el que hubo un sujeto colectivo sin distinciones en la Plaza, hoy pasa lo mismo: la gente, los funcionarios, los militantes, todos se mezclan sin distinción para mostrar con alegría que bancamos un proyecto nacional y la conducción de Cristina”, sostuvo el diputado del Frente para la Victoria Andrés Larroque mientras los bombos repiqueteaban a sus espaldas y algunos muchachos saltaban bailando al ritmo de la murga. Con una pantalla y un micrófono como única estructura de organización, el kirchnerismo vivió una fiesta que comenzó a las 17 y cerca de las 22 continuaba. En otro lugar de la Plaza el vicepresidente, Amado Boudou, caminaba entre un grupo de militantes que lo saludaba cuando se detuvo para asegurar que “durante el gobierno de Perón se generaron derechos que el pueblo no tenía y luego con Néstor y Cristina esos derechos se ampliaron, por lo que se profundizó la lealtad del pueblo con sus líderes”, desatando otra vez el canto que la Presidenta en algún momento tuiteó: “Como dice Maradona, lalalala los gorilas”.

Las columnas sindicales de la CGT oficial que conduce el metalúrgico Antonio Caló también dijeron presente en la convocatoria y los trabajadores de la Unión del Personal Civil de la Nación agitaban sus banderas y las amarillas de los trabajadores de la construcción de la Uocra flameaban con el viento. Los mecánicos del Smata mostraban su efervescencia con los trapos verdes y los petardos que estallaban cerca de su secretario gremial, Oscar Romero, candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. “Es nuestra plaza, la de los trabajadores –señaló el dirigente gremial–. Acá recordamos el 17 de octubre del ’45, pero también a los compañeros que no están. Es un día de fiesta y de lealtad para nosotros los peronistas.”

Los trabajadores de ATE Capital se concentraron en el centro frente al escenario y desplegaron bombos, redoblantes y aguante para entonar cánticos contra la Policía Metropolitana que los reprimió en el Hospital Borda y por el que uno de los dirigentes fue procesado por defenderse y defender a los trabajadores. La CTA de Hugo Yasky estuvo encarnada en su secretario adjunto, Marcelo Frondizi. Sin dejar de acariciar su barba blanca señaló que “los trabajadores venimos a ratificar el compromiso con el proyecto nacional democrático y latinoamericanista”, y advirtió que “también venimos a decir que Cristina es de los trabajadores y no de los traidores”.

El inicio de la idea de la movilización había surgido sin estruendo durante el fin de semana como una propuesta en las redes sociales. Como una bola de nieve se fue agrandando hasta llegar a la Plaza de Mayo completa con las agrupaciones kirchneristas. La columna de La Cámpora entró con las flameadoras y los colores de la bandera argentina a todo trapo. La Corriente Peronista Descamisados enarbolaba la figura de Eva Perón en sus banderas con los dirigentes Lorena Pokoik y Marcelo Köenig al frente. La sabbatellista Nuevo Encuentro metió una gran columna entre las fuentes y el Frente Transversal Nacional y Popular del diputado Edgardo Depetri montó una pantalla de cine popular en la que se mostraban imágenes de Leonardo Favio. El Movimiento Evita copó de rojo y negro el centro de la Plaza con sus dirigentes: el ex canciller y candidato a legislador Jorge Taiana, el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro y el diputado nacional Leonardo Grosso entre sus filas. “Llenamos la Plaza con alegría y no en un acto partidario. Demuestra la alegría de estar en la calle viviendo un proyecto político”, sostuvo Grosso con el tema de Los Redonditos de Ricota “Ji-ji-ji” sonando de fondo, que desataba un pogo entre militantes de La Desca. Sólo quedaba el Himno con los dedos en “v” y algunos puños cerrados en alto para finalizar la jornada satisfechos.

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