EL PAíS › CHRISTIAN CASTILLO, EL CANDIDATO DEL PTS
“Movimiento de trabajadores”
En la entrada de la antigua casa, iluminada por los reflejos del vitreaux, las pilas de boletas recién llegadas todavía huelen a tinta fresca. De saco y camisa, pero sin corbata, Christian Castillo observa impreso su nombre pensando, quizá, que el 24 de agosto puede ser el primer representante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en alcanzar un cargo electivo. Aunque encabeza la dupla que aspira a la jefatura de Gobierno porteño, su lugar al frente de la lista de legisladores le permite sentir que esa ilusión está cerca. Ex director y docente de la carrera de Sociología de la UBA y preso en México por apoyar la gran huelga estudiantil de la UNAM, Castillo promete impulsar desde su banca “un gran movimiento político de trabajadores”.
–Una nueva elección y los partidos de izquierda divididos. ¿No se puede o no se quiere conseguir la unidad?
–La Izquierda Unida decidió correrse hacia el centro al unirse al Partido Socialista en Buenos Aires, partido fundador de la Alianza y que ahora apoya a Ibarra. Los compañeros del Partido Obrero tuvieron una posición sectaria al rechazar nuestra propuesta de conformar un frente de trabajadores con candidatos referentes de las principales luchas de la ciudad. En el caso de Luis Zamora, más allá de su perfil de honestidad personal, tiene un proyecto aislado de los grandes movimientos sociales de lucha del último período. Su lista está compuesta por amigos, familiares o algunas personas de la cultura, que no han tenido que ver ni con el movimiento de fábricas recuperadas ni con los desocupados.
–Frente a esto, ¿qué alternativa ofrece el PTS a los votantes?
–Deberían votarnos para ayudarnos a conseguir una banca en la Legislatura que nos sirva como punto de apoyo para pelear nuestra propuesta del gran movimiento de trabajadores. Esta idea, justamente, sería un aporte para superar la dispersión actual y la relativa marginalidad que tiene la izquierda. Son los trabajadores la fuerza social que puede llevar adelante las propuestas que tenemos. Los que nos voten saben que van a contar con una banca puesta al servicio de la lucha y la movilización del conjunto del pueblo de la ciudad y de todo el país.
–¿Qué proyectos concretos tienen si alcanzan la Legislatura?
–Son prioridades luchar por un salario mínimo de 900 pesos e impulsar el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados. También impulsamos una ley por el derecho al aborto libre y gratuito, ya que constituye la segunda causa de muerte de las mujeres porteñas, y una ley por la expropiación definitiva de todas las fábricas recuperadas. Para enfrentar el Estado policial, proponemos la disolución de la Policía Federal y la conformación de una fuerza que surja de las organizaciones de trabajadores, dirigida por miembros de organismos de derechos humanos y víctimas de la represión policial e institucional. Otro proyecto es la puesta en marcha de un plan de obras públicas destinada a la vivienda popular y un plan de urbanización que transforme en propietarios a las más de 100 mil personas que viven en las villas de la ciudad.
–Desde su partido se hacen grandes críticas a Ibarra y a Macri, ¿consideran que son lo mismo?
–Son dos fracciones del partido del statu quo actual. La polarización es una verdadera estafa política. Basta ver cómo en el 2000 la pelea encarnizada que había entre Ibarra y Cavallo, poco después se dirimió con Cavallo como ministro de Economía del gobierno de la Alianza que formaba parte Ibarra. En el caso de Macri, su grupo empresarial, por ejemplo, era propietario de la empresa Itrón que en la UTE Rentas fue la recaudadora de impuestos durante la primera parte del gobierno de Ibarra. Por lo tanto, no tienen diferencias sustanciales. Tienen negociados distintos, pero defienden un mismo modelo de ciudad para los ricos sin medidas que permitan salir de la miseria a la gran mayoría trabajadora de la ciudad. En síntesis: Ibarra es la continuidad de De la Rúa y Macri la de Menem.
–¿Qué hará el PTS en el ballottage?
–Vamos a llamar a repudiarlos. No vamos a apoyar a ninguna de las dos fórmulas claramente capitalistas que creemos que van a gobernar contra los trabajadores y el pueblo. Yo creo que voy a votar en blanco. Cuando llegue el momento, discutiremos cuál será la estrategia que tomaremos.
Reportaje: Martina Noailles.