La Corte Suprema bonaerense, en cuyo Jury de Enjuiciamiento está siendo juzgado el magistrado marplatense Pedro Federico Hooft, sigue siendo escenario de intensas audiencias. Ayer, luego de que declarara Marta García de Candeloro, principal testigo en su contra, el acusado debió ser hospitalizado por un problema de salud. Su abogado defensor, Héctor Granillo Fernández, explicó que

Hooft fue traslado a un centro asistencial de La Plata “debido a un episodio relativo a un estrés anímico muy fuerte”. Pero aseguró que no pedirá la suspensión de las audiencias del jury, que deben continuar el lunes, “debido a que se puede hacer en ausencia del imputado”. En tanto, en la quinta audiencia, un conscripto que estuvo a cargo del conmutador de la Base Aérea de Mar del Plata entre diciembre de 1975 y marzo de 1977 dijo que un miembro del grupo ultranacionalista CNU “llamaba de parte de Hooft y pedía con Inteligencia”.

En un principio se mencionó la posibilidad de que el juez hubiere sufrido un ACV, pero los familiares precisaron que “está lúcido y puede hablar”. En un comunicado reproducido por Infojus Noticias, los parientes de Hooft expresaron que el miércoles por la noche, luego de que finalizaran las audiencias, el juez “sufrió una descompensación que motivó su inmediata internación en el Centro del Diagnóstico de La Plata, y allí se encuentra mientras le practican diversos estudios médicos”. En uno de los cuartos intermedios, al salir del edificio de la Corte, el magistrado tropezó con un escalón y caminó abrazado a su hija. Quienes lo vieron notaron que lo hizo con dificultad.

El juez federal comenzó a ser juzgado el 17 de marzo por un Jury de Enjuiciamiento que deberá determinar si lo destituye del cargo. Está acusado de cometer delitos de lesa humanidad en una causa iniciada por el ex secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas. Hace un año fue suspendido por el jurado, que resolvió también rechazar las nulidades pedidas por la defensa del magistrado y no hacer lugar al pedido de paralización de la causa.

El ex conscripto Roberto Brien declaró el miércoles que Eduardo Cincotta, miembro de Concentración Nacional Universitaria (CNU), llamaba a la Base Naval de Mar del Plata en nombre del juez, ante una pregunta del subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, que encabeza el equipo de abogados de la acusación. Cinco-tta falleció, pero su nombre aparece en el testimonio de uno de los secuestrados durante la Noche de las Corbatas. Según describió Carlos Bozzi varias veces a la Justicia, Cincotta estuvo presente durante su liberación, en un extraño operativo que incluyó el asesinato de militantes detenidos en otro centro clandestino. Brien es un ex conscripto correntino que llegó a La Plata para declarar y aseguró que “después de que derrocaron a Isabel empezaron a traer gente detenida”.

La jornada había durado diez horas, con declaraciones, y cinco de ellas fueron de Marta García de Candeloro, secuestrada junto a su marido, el abogado Jorge Candeloro, en Neuquén, y trasladada a Mar del Plata. La sobreviviente dijo que vio a Hooft durante su última etapa de detención en la comisaría 4ª, después de pasar por el centro clandestino La Cueva, y que el magistrado ignoró su pedido de ayuda. “Es él”, había señalado García de Candeloro con la voz firme. Poco antes había preguntado por qué no había tenido el derecho a enterrar a su marido muerto y por qué sus hijos no podían saber dónde estaban los restos de su padre. La testigo aportó, además, una serie de pruebas documentales producidas hace más de treinta años, entre ellas el hábeas corpus que presentó su suegro, Nicolás Candeloro, por ella y su esposo.