Los jefes de la CTA y la CGT opositoras, Pablo Micheli y Hugo Moyano, se reunieron ayer por el paro.
Imagen: Télam.

El paro del sindicalismo opositor va calentando el ambiente hasta el 10 de abril. “Este es un paro político y está urdido desde la oposición por parte del Frente Renovador (FR)”, señaló ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, apuntando a las motivaciones de la huelga. El secretario adjunto de la CGT que encabeza el camionero Hugo Moyano, Guillermo Pereyra, negó la vinculación política y apuntó a “los precios del supermercado” las motivaciones para la medida de fuerza. El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, reforzó la posición de Capitanich al asegurar que “quienes convocaron (al paro) son promotores de la candidatura de Sergio Massa”.

“La agenda del FR es seguridad, narcotráfico, inflación, etcétera, que están dentro de ese petitorio (elevado por las CGT opositoras); por lo tanto, hay una coordinación clara y contundente entre la plataforma del FR, su acción política y mediática, con los puntos del paro”, destacó el jefe de Gabinete bien temprano vinculando al massismo directamente con las intenciones del paro que convocaron la CGT de Moyano y la del gastronómico Luis Barrionuevo para el 10 de abril. En el mismo sentido, el chaqueño dijo que “por lo tanto, si había alguna duda, el petitorio lo ratifica claramente, que se trata de un paro político impulsado por el FR, con el objetivo de impulsar a su candidato” en vista de las elecciones presidenciales del 2015, y destacó que “se aplicará la ley que corresponde desde el punto de vista de los mecanismos de regulación y de los servicios tipificados como esenciales” para su cumplimiento.

Cuando la paritaria salarial está recién comenzando y aún no hubo roces ni acuerdos, las centrales obreras opositoras se anticiparon llamando a un paro. La medida fue consensuada por el moyanismo y el barrionuevismo, que en el verano ya habían comenzado a reunirse y convocar a encuentros para pensar el momento indicado y realizar un paro. Tanto Barrionuevo como algunos dirigentes de la CGT de Moyano se alinearon con la propuesta de Massa, por ello las sospechas de que el ex intendente de Tigre se encuentre detrás de la convocatoria lanzada por los sindicalistas.

Del lado del moyanismo salió a responder el petrolero Pereyra, segundo de la organización sindical que encabeza el camionero, al asegurar que “el paro no es político”. El senador neuquino sostuvo además que las “razones están en la inflación y en las compras del supermercado”, y agregó que desde la Casa Rosada “hasta nos ponen techo a las discusiones paritarias”. Pereyra señaló que el paro era legítimo “después de tantos reclamos que va haciendo la CGT y de los que no tenemos respuesta”, y agregó que la intención era “solamente mantener el poder adquisitivo de los compañeros, no estamos pidiendo porcentajes que pueden llegar a desestabilizar la economía”.

También enmarcado en la definición de Moyano y Barrionuevo, Micheli apuntó contra el jefe de Gabinete y el ministro de Transporte, Florencio Randazzo. “La verdad que Capitanich, al igual que Randazzo, podían ser un poco más creativos, repiten lo mismo que sus antecesores y no se hacen cargo de que ellos son los responsables del problema”, sostuvo echando culpas a los funcionarios por formar parte del Gobierno. El estatal, que se reunió ayer con Moyano para consensuar el paro (ver aparte), aseguró que “el paro del 10 de abril no es con Massa, sino con la gran masa de trabajadores que van paralizar sus actividades”.

Por su parte, el líder de la CTA, Hugo Yasky, también salió al cruce de la medida de fuerza al vincularla con las intenciones presidenciales de Massa. “Le decimos no a esta convocatoria que se inscribe en la estrategia de la oposición y no como parte de una decisión de los trabajadores”, afirmó el docente reflexionando sobre el llamado al paro. “El movimiento obrero tiene que defender el poder adquisitivo del salario de los trabajadores en las paritarias que recién empiezan, además de los puestos de trabajo”, sostuvo de forma crítica hacia la decisión tomada por las dirigencias cegetistas. “Los convocantes al paro son promotores de la candidatura de Massa”, lo que significa “que se trata de una embestida de sectores opositores y no como una legítima expresión de demandas de los trabajadores”.