El jury que se sigue al suspendido fiscal José María Campagnoli por mal desempeño en sus funciones continuó ayer con la declaración de los testigos convocados por la defensa. Además, la fiscalía pidió sumar tres nuevos testigos para que hablen sobre las prácticas de Campagnoli en el manejo de las causas. Hoy el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal resolvería, antes de reanudar las audiencias tras el cuarto intermedio, si los acepta.

Cuatro testigos vinculados a la defensa de Campagnoli se presentaron ayer en lo que fue la más breve de las jornadas que hasta ahora se realizó en el marco del jury. Fueron los presidentes de dos asociaciones de fiscales, Carlos Donoso Castex y Luis Cevasco, el abogado Gustavo Bobbio y el consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi.

En su declaración, Donoso Castex recordó una nota a favor de Campagnoli emitida por la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público que preside. Además, señaló que la entidad había intentado presentarse como amicus curiae, algo que fue desestimado dado que en un jury a un fiscal esa figura no era posible.

Por lo tanto, frente al tribunal de enjuiciamiento, Donoso Castex se limitó a apoyar como testigo al suspendido fiscal sin profundizar demasiado en los cargos por los que se lo acusa y consideró que “cambiar el objeto procesal” de una causa es uno de los “avatares del proceso” penal. No obstante, más allá del comunicado difundido sobre la base de la resolución de la cámara que derivó la causa a fueros federales y apartó a Campagnoli, Donoso Castex no pudo responder sobre otros puntos más complejos de las acusaciones.

En el jury donde está en juego la remoción de su cargo, Campagnoli no sólo está acusado de abuso de autoridad en materia de competencia para realizar investigaciones, por tramitar la causa de la presunta extorsión al financista Federico Elaskar que correspondía al fuero federal. También se le cuestiona la divulgación de información reservada de la causa, a la vez que les negó el acceso a las actuaciones a los propios imputados.

En tanto, Cevasco también partió de un comunicado difundido por la asociación que encabeza y se mostró preocupado por la suspensión de Campagnoli, a la que calificó como “particularmente grave” y “un exceso”. Cevasco, fiscal general adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, se mostró más equilibrado en sus palabras ante el tribunal y, aunque defendió a Campagnoli, también admitió fallas en el procedimiento del fiscal suspendido, como la negativa a mostrar las actuaciones.

Para Cevasco, “hay todos los días” planteos relacionados con la competencia de un fiscal para investigar en una causa y señaló que la suspensión fue realizada cuando ya no había peligro de que Campagnoli entorpeciera el proceso que se había abierto.

También declaró Bobbio, asesor de la diputada porteña Graciela Ocaña, quien reconoció que la legisladora obtuvo un dictamen de la fiscalía de Campagnoli relacionado con la causa por extorsión a Elaskar. Ocaña había admitido lo mismo el martes pasado al presentarse al tribunal. Para Bobbio, la copia que ellos manejaban del documento pudo haber llegado a manos de periodistas, como fue el caso de las publicaciones en el diario Perfil o el de la exhibición en el programa Periodismo para Todos.

Finalmente, Fargosi sostuvo que, excepto ante una “grosera violación” del derecho, los magistrados no son enjuiciados por mal desempeño. Así defendió la baja cantidad de jueces removidos de su cargo y cuestionó que entre los fiscales no suceda lo mismo.

Los acusadores pidieron llamar como testigos a la reemplazante del fiscal suspendido, Cristina Caamaño, y a dos ex empleadas, Lucía Orsetti y María Gutiérrez. La fiscalía espera que ellas tres puedan dar muestras de las prácticas y del manejo mediático de las causas por parte de Campagnoli.

El tribunal anunciará su decisión sobre este punto hoy antes de reanudar el debate oral y público en la sala de audiencias de ministerio, tras el cuarto intermedio dispuesto ayer.