EL PAíS
› INTERNA, TRANSVERSALIDAD Y DEBATE POR LA COPARTICIPACION
Hasta marzo, por dinero
› Por Sergio Moreno
Esta semana comenzará a exponerse en público el asunto que desde aquí hasta marzo ocupará gran parte de las labores del Poder Ejecutivo: la discusión para crear una nueva Ley de Coparticipación Federal. Tarea ardua, será otro capítulo de la interna peronista, ya que el Gobierno discutirá primero con los propios y luego con los gobernadores de otras fuerzas políticas. Cierto es, también, que algunos de esos que quedan fuera del PJ son tropa propia, habida cuenta del nacimiento de la “transversalidad” fomentada con fruición desde la Casa Rosada. La apuesta kirchnerista a Luis Juez en la intendencia cordobesa (ver página 8), y la avanzada para convocar a elecciones de senador nacional en la Capital Federal (ver página 5) es sólo una pequeña nueva muestra de que Néstor Kirchner va en serio cuando habla de aumentar su sostén político extramuros del peronismo.
“La transversalidad es el espacio de sostén a crear. Es una política nueva para una Argentina nueva”, ensayaba ante este diario un importante secretario de Estado, con despacho en la Rosada y lugar asegurado en el oído del Presidente. El avance del Gobierno en este asunto lejos está de culminar, a pesar de que el cronograma electoral señale que, de aquí a noviembre, cuando se realice la última elección, no hay demasiadas piezas por fuera del puzzle peronista. Sin embargo, Córdoba será un nuevo ensayo.
“(Luis) Juez va a ganar. No está mal que gane. Así se le va a bajar el copete al Gallego y va a aplacarse con eso de la independencia del gobierno nacional”, contaba a Página/12 el funcionario citado antes. Luis Juez es el ex fiscal anticorrupción de Córdoba y, si no media una hecatombe, hoy será electo intendente de la capital provincial, propinándole un duro revés a José Manuel “el Gallego” de la Sota. El gobernador echó al fiscal anticorrupción cuando éste investigaba a varios funcionarios provinciales. El bochorno terminó con Juez –de antigua militancia peronista– candidateado y armando un nuevo partido.
El pupilo del gobernador es Alfredo Keenan, que tiene el blasón de haber sido uno de los pocos kirchneristas de esa provincia, aun cuando De la Sota jugó sotto voce a las patas de Carlos Menem en la elección presidencial.
Otro miembro del gabinete, cuyo despacho linda al del Presidente, comentó a este diario: “El sábado pasado (cuando Kirchner regresó de Nueva York), el Gallego llamó a (Juan Carlos) Mazzón para que le arme el encuentro con el Presidente. Vino con Keenan y terminaron sacándose fotos y filmando un video en Olivos. Creo que ni eso le alcanza para arrimar a Juez. Cuando sea intendente, Juez seguramente va a volver a tallar en la interna del PJ. Lo estamos observando”.
La fuente en cuestión, ducha en tejidos y destejidos, evaluaba que De la Sota quedaría lo suficientemente disminuido para calmar sus ínfulas “independentistas” por bastante tiempo. El hombre contrastaba dichas ínfulas ante los triunfos del fin de semana que pasó. “La victoria en Misiones fue tan buena como la de Corrientes, que quedó opacada por la pelea Rovira más Kirchner versus Puerta más Duhalde. Pero lo de Corrientes fue buenísimo; ahí también matamos al menemismo: lo matamos al Tato (Raúl Romero Feris) que fue un aliado de fierro de Menem. (Ricardo) Colombí es un buen tipo y a nosotros (al PJ) nos fue bien. Ahora el Tato va a competir para ser senador. Veremos. Tiene 36 causas por corrupción, está condenado en una y sólo está libre porque esa provincia es Corrientes”, relató el confidente de este diario.
Otro integrante del gabinete mensuraba la victoria misionera de esta forma: “Fue monumental, ganamos en todos los departamentos, hasta en Apóstoles, de donde es Puerta. Ahí se murió el menemismo y, si bien Puertatiene para dos años más como senador, está frito. De a poco le vamos a ir socavando el partido”, confió el funcionario.
Pero esa no fue la única batalla ganada sobre la tierra colorada. Tal como adelantó hace dos semanas Página/12, desde la Rosada siguieron atentamente el derrotero del mecenas del menemismo, según gusta definir Néstor Kirchner a Jorge Brito, titular del Banco Macro. Al día siguiente de las elecciones en Misiones, en el Salón Blanco de la casa de Gobierno se dieron cita los banqueros de capital nacional nucleados en Adeba. Brito es presidente de esa institución. Kirchner –que en ese encuentro resucitó el término “burguesía nacional”– convocó a los hombres de finanzas para que hagan aportes contantes y sonantes a la obra pública. El Gobierno pidió 500 millones de pesos. “Brito estaba golpeado con la elección de Misiones. Vino mansito, mansito. Todos los banqueros pusieron, peso más peso menos, unos 30 millones cada uno; Brito puso 150 millones él solo. Estaba desesperado por sacarse una foto con el Flaco”, contó a este diario un ministro que asistió al acto. El Flaco es Kirchner.
Como perdonándole la vida al mecenas de Menem, el funcionario citado aseveró: “Rovira no le va sacar la guita del tesoro provincial (al Banco Macro, que en Misiones compró el banco provincial); ahora lo tiene atado con eso”, dijo.
Lo que vendrá
La discusión que se avecina –en los hechos ya se ha desatado y hay gobernadores, como el bonaerense Felipe Solá, que ya están hablando públicamente del tema– es sobre la creación de una nueva Ley de Coparticipación Federal. Esta norma debía reformularse por el mandato de la Constitución reformada en 1994. Las dificultades, siempre políticas, que imbrican el asunto postergaron una y otra vez el tratamiento de la ley de marras. Ahora, el Gobierno tiene dos años sin elecciones de ningún tipo por delante, lo que ofrece un panorama más calmo para discutir –fuertemente– sobre la coparticipación. Además, y como si fuera un disparador efectivo, la aprobación de la futura nueva norma figura en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “Al menos tenemos que tener un borrador en marzo, así lo arreglamos con el Fondo”, contó a Página/12 un cercano colaborador del Presidente.
La batalla se asoma durísima para todo el mundo. El hombre mencionado recién reflexionaba que “la discusión no va a tener contendientes chicos; todos los gobernadores van a estar recientemente legitimados por las elecciones provinciales. Muchos van a estrenar cargo. Todos quieren ser algo más a futuro, nadie va a querer volverse a su provincia con menos de lo que llegó a la mesa de negociación”.
El secretario de Estado citado al comienzo de esta nota especulaba al respecto: “Vamos a ver cómo reaccionan los gobernadores, si con grandeza y con inteligencia o... Todos quieren ser más de lo que son. Sin embargo. el quilombo va a venir por el lado de los distritos más ricos, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Habrá que ver si Felipe (Solá) acepta que se invierta en esas provincias que proveen a los inmigrantes que se hacinan en el conurbano, o quiere más dinero para él”. La especulación fue coincidente con una que hizo otro integrante del Gobierno con despacho en la Rosada. Según esta fuente, para derramar justicia con la nueva ley habrá que crear áreas especiales a las que priorizar, “no tipo fondo del conurbano, pero sí zonas de fuerte inversión nacional en determinadas provincias”, sostuvo. “Hay que hacer aportes compensatorios. Va a ser un acuerdo caro para el Estado nacional”, alertó. Y, finalmente, para agregar, a modo de ejemplo de la complejidad del tema, un escollo más, recordó: “¿Y la Capital? Por ahora tiene el 1,25 por ciento de coparticipación y hay que elevárselo. ¿De dónde lo vamos a sacar?”. Para otro curtido miembro del Gobierno, batallador de mil batallas en el peronismo, la pelea que se avecina no deja de ser otro capítulo que tendrá la interna del PJ. “Vamos a discutir, primero, entre los compañeros. Vamos a discutir fuerte, va a ser duro. Una vez que acordemos entre nosotros, vamos a salir a charlar con los cuatro o cinco gobernadores que no son del partido”, dice.
En el Gobierno saben que, para no salir malherido de los fragores que se avecinan necesitarán un mediador. Hace 15 días, desde esta columna se anunció que Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy, será el futuro presidente del PJ gracias a un acuerdo al que arribaron Eduardo Duhalde con Kirchner. Fellner, que fuera jefe de la campaña presidencial del patagónico, mantiene su buena química con el Presidente y con su antecesor en la Rosada. Esta semana que pasó, ambos popes del PJ acordaron que el jujeño será el titular partidario.
Pues bien, ¿quién si no el presidente del PJ podría ser el mediador al que hicimos referencia más arriba? Otra vez Fellner será el elegido para que modere las conversaciones ante sus pares, pero con el doble sombrero de su provincia y del gobierno federal, por la coparticipación nacional.
La discusión técnica ya comenzó esta semana en el despacho del jefe de Gabinete Alberto Fernández. Pero nunca un debate económico será tan político (partidario, si se quiere) como en la discusión primigenia de esta ley. Todos tallan, todos quieren, todos toman, nadie quiere poner. Seguramente el gobierno federal pondrá, pero a alguien deberá sacarle. Esto recién comienza.