EL PAíS › EL JEFE DE GABINETE SE IMPUSO CON MARGEN AMPLIO SOBRE MICHETTI Y AMBOS APUNTALARON LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL DEL LíDER DEL PRO
Larreta obtuvo 60 puntos. En el bunker PRO, primero salió cada uno por separado. Luego, Macri con ambos. Muchos globos y música.
› Por Werner Pertot
Mauricio Macri se aseguró que su lugarteniente sea el candidato del PRO. Horacio Rodríguez Larreta triunfó con el 60 por ciento sobre su eterna adversaria Gabriela Michetti (que obtuvo los restantes 40 puntos) y se perfila como el sucesor del jefe de Gobierno. Cercenó, así, la cabeza de la única rebelión que debió enfrentar Macri dentro del PRO. Para la mesa chica macrista fue una victoria “del equipo sobre un liderazgo casi mesiánico”, que le atribuyen a la senadora. Lo cierto es que el resultado le asegura al procesado jefe de Gobierno otro impulso hacia las presidenciales. Tanto la candidata derrotada como el ganador se ocuparon de apuntalar su candidatura. “Armemos este gran equipo de la Argentina del siglo XXI”, sostuvo Macri, bañado en globos y papel picado de colores.
Fue la primera vez que el PRO dirimió sus candidaturas en una interna. La derrota de Michetti es un mensaje que disciplina a todo el PRO y sus aliados menores: no hay un número dos. La senadora PRO durante los últimos años se plantó con el peso propio de las elecciones ganadas para decirle que no a Macri. Primero, con su pedido de que se convirtiera en candidata bonaerense del PRO. Segundo, cuando el jefe de Gobierno le reclamó que fuera su compañera de fórmula y le liberara el camino a Larreta. Ella se negó y se mostró confiada en ganarle al jefe de Gabinete en elecciones abiertas, un territorio en el que Larreta nunca fue bueno. Para los próximos días, queda sopesar si fueron más los errores de Michetti o los aciertos de su adversario, que no fue Larreta sino Macri.
El líder del PRO alineó al gabinete y a buena parte de los dirigentes del macrismo detrás de Larreta, obligó a bajarse a Diego Santilli y Cristian Ritondo, que hubieran dividido el voto del jefe de Gabinete, dándole una victoria a Michetti. También se comenta que hubo un interés en acicatear las candidaturas de Gabriela Ocaña y Martín Lousteau para que la ex vicejefa perdiera votos en la interna del PRO. La senadora nunca pudo remontar el giro que dio la campaña cuando Macri salió a apoyar abiertamente a Larreta. Tampoco se aseguró alianzas para ampliar su base. Santilli o Ritondo habrían sido gustosos sus candidatos a vice. Ella dejó pasar esa oportunidad, y el senador PRO fue presentado como compañero de fórmula de Larreta en pleno debate televisivo. Hasta su amiga Patricia Bullrich olió el viento y decidió apoyar al jefe de Gabinete.
Algunas de estas decisiones seguramente colaboraron con la derrota, que le da ahora una oportunidad a Lousteau para recuperar votos que no acompañarán a Larreta en la primera vuelta. Para el kirchnerismo, es una mala noticia, dado que una candidatura de Michetti le aseguraba una ventaja para entrar al ballottage.
Ni un solo militante, menos un dirigente había pisado el bunker del PRO a las 18. Los colores eran los de siempre y hasta parecía que habían reciclado iconografía. Hacía frío (por el aire acondicionado), no había música cuando salieron a hablar los dos jefes de campaña, Federico Pinedo (Michetti) y Fernando de Andreis (Larreta). Con tres pantallas gigantes de fondo, se felicitaron por una campaña sin incidentes. “No nos vamos a integrar, porque no nos desintegramos”, dijo Pinedo. Poco a poco fueron llegando los dirigentes que apoyaron a Larreta y prácticamente ninguno de los de Michetti. Al entrar, el consultor Jaime Duran Barba se mofó: “Hoy ganan los buenos, los mejores”.
Durante un rato largo, se demoró la salida esperada de los candidatos. Circulaban los rumores sobre si Michetti iría o no al bunker. Finalmente, fue la primera en salir a reconocer su derrota a las 21.25. La antecedió una larga fila de los ministros macristas que entraron bailando al ritmo de Gilda. “No me arrepiento de este amor”, era el tema que Michetti y Macri bailaron en aquel 2007 tan distante ya.
Con una sonrisa a prueba de balas, Michetti afirmó: “Esta interna en el PRO ha dado un ganador y yo felicito de corazón a Horacio y a todo su equipo”. “Yo podría haber elegido un camino más fácil, pero elegí mis convicciones”, sostuvo la senadora. “La Argentina necesita cambios profundos y el PRO tiene dos desafíos importantes: ganar la Ciudad y ganar las presidenciales de la mano de Mauricio Macri”, lanzó. La multitud rugió: “Se siente, se siente, Mauricio presidente”. Michetti salió de escena, a la que ya sólo retornaría en un discreto segundo plano. ¿Qué será de Michetti de ahora en más? En una conferencia de prensa que dio sin Larreta ni Macri, Michetti aclaró: “Tenemos que tomarnos un tiempo a ver dónde mejor nos nace seguir aportando”. Y descartó completamente acompañar a Macri en la fórmula presidencial.
A las 21.45, salió Larreta con Tan Biónica de fondo. “Gracias al equipo de tres millones de vecinos. Quiero darle un ‘gracias’ así de grande a Mauricio. Y gracias de todo corazón a Gabi. Sabés que te valoro mucho, te respeto y te quiero”, le dijo a su contrincante, que no salió al escenario con él. De fondo, las pantallas gigantes mostraban un enorme “gracias”. “Esto recién empieza. Dimos un paso importante. De la mano de Mauricio presidente, vamos a llevar esto a toda la Argentina”, afirmó Larreta, que se fue junto a todos los ministros danzantes.
A las 22.09 fue el turno de Macri. Emergió de una nube de globos y papel picado al grito de “Hola, gente”. Lo acompañaban Michetti, Larreta y el entrerriano Alfredo de Angeli. “Para el PRO es un día muy especial, porque terminamos nuestra primera interna. Quiero felicitar a Gabi Michetti y a Horacio, porque supieron llevar un mensaje con alegría. Los conozco hace más de diez años y les tengo un respeto enorme”, se mostró equidistante. Pero luego vino el mensaje para su delfín: “Horacio, te quiero felicitar por esta elección. Y te quiero agradecer por estos siete años que trabajamos codo a codo. Les pido que lo acompañen con el voto”, dijo.
Por último, fue el momento de su candidatura presidencial. “El país espera otra forma de hacer política. Si logramos mejorar la educación en la Ciudad, hay que hacerlo con toda la Argentina. Hay que replicar a la Metropolitana en toda la Argentina”, lanzó, para luego pedir: “No tengamos miedo”. Cerró bailando con “Noche mágica”, de Tan Biónica. Se lo notaba feliz. Era una noche en la que todo le había salido a pedir de boca.
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