- Tortoni. Larreta siguió la tradición que instauró su protector, Mauricio Macri, y comenzó el día con un desayuno con periodistas en el café Tortoni. Lo secundaron la vicejefa, María Eugenia Vidal; su compañero de fórmula, Diego Santilli; el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y su jefe de campaña, Fernando de Andreis. Luego fue a la Facultad de Derecho a votar. “A la tarde seguro voy a estar en el bunker festejando”, se mostró confiado. Gabriela Michetti llegó al Colegio San José acompañada por los ministros Guillermo Montenegro (Justicia), Daniel Chaín (Desarrollo Urbano) y Hernán Lombardi (Cultura), además de por su jefe de campaña, Federico Pinedo. Después, se fueron todos a almorzar a la casa de la senadora.

- La llamada. Un fiscal michettista contó que recibió un llamado extraño por la mañana. Una persona le dijo que estaba haciendo un boca de urna y le preguntó si había votado. Pero cuando le contestó que no, le soltó: “Le sugeriría que lo vote a Larreta, porque a Michetti no conviene votarla por su discapacidad”. “¿Cómo?”, respondió incrédulo el fiscal. “Sí, esto es un dato objetivo: por su discapacidad tuvo que renunciar a la vicejefatura. No va a poder gobernar si gana”, insistió la voz del otro lado de la línea. “Perdón, ¿vos me estás llamado de parte de Larreta?”, se enojó el fiscal michettista. Cortaron.

- Catering. Sanguches de todas las especies, croquetas de cerdo, de jamón crudo, canapés de queso con rúcula, tortitas de chocolate, alfajorcitos de maicena fueron sólo algunas de las exquisiteces que recorrieron el bunker PRO durante las horas de espera. También hubo vasitos con lemon pie y dulce de macarrón, como en un casamiento. Como siempre, con rock de fondo. Tal como dicta Duran Barba.

- Francisco. Antes de que llegaran los primeros dirigentes, ya se lo veía al Mago sin Dientes buscando el calor de las cámaras. Pero hubo otro personaje que lo eclipsó. Se trataba de un inexplicable imitador del papa Francisco, que se metió entre la multitud con su túnica blanca, posó para las fotos y hasta dejó definiciones: “Estas son divisiones momentáneas. La próxima va a ser una gran fiesta, ya van a ver”, prometía el falso Papa.