El gobernador neuquino Jorge Sobisch se convirtió ayer en el primer dirigente en lanzar su candidatura presidencial para las elecciones del 2007. “Sería inocente negar esa aspiración presidencial, pero tendrá que ser una consecuencia del trabajo político”, sostuvo el mandatario, que aspira a liderar un espacio de centroderecha que asuma el lugar vacante de oposición al gobierno de Néstor Kirchner.
En las últimas elecciones en su provincia, el líder del Movimiento Popular Neuquino (MPN) se impuso cómodamente al PJ, convirtiéndose en el único gobernador que pertenece a un partido provincial.
En la campaña, Sobisch reconoció con orgullo su pasado menemista, defendió políticas de los ‘90 como la privatización de YPF y cuestionó duramente algunos gestos de la gestión Kirchner: el relevo de la cúpula militar, la política de derechos humanos y la derogación del decreto antiextradiciones, el impulso a la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y el juicio a los miembros de la Corte, entre otras cuestiones.
Con sus credenciales renovadas, el gobernador de Neuquén anunció pocos días atrás su decisión de lanzar un proyecto político de proyección nacional. Ayer fue un paso más allá, reconociendo su voluntad de candidatearse a la presidencia. “Somos el único partido provincial que gobierna un estado y esto quedó claro después de las últimas elecciones. Estamos en condiciones de competir con los dos grandes partidos tradicionales, el PJ y el radicalismo”, sostuvo Sobisch. Y agregó: “En realidad, somos neoperonistas porque el MPN nació por la proscripción del peronismo. Es un movimiento que tiene un fuerte contenido social, pero también pragmatismo en cuanto a la acción política y para gobernar”, explicó ayer el gobernador.
Después, el líder neuquino marcó algunas diferencias con Ricardo López Murphy, el jefe de Recrear que en las elecciones presidenciales consiguió el apoyo de casi todas las fuerzas del interior (el MPN fue una de las pocas excepciones) y que obtuvo un sorprendente tercer lugar. Desde hace años, Sobisch y López Murphy mantienen un viejo enfrentamiento. “Hay muchos sectores, no solamente en la derecha, que no se sienten representados por los partidos tradicionales. A diferencia de otros movimientos, como el de López Murphy, que se plantearon construir un partido desde la Capital, el nuestro se plantea como una alternativa nacional, de construcción política, distinta a la que ofrecen los grandes partidos, de carácter federal, desde el interior hacia la Capital”, agregó.