EL PAíS
› RECLAMO GREMIAL DE LOS EMPLEADOS DEL CONGRESO
Un grano para el Gobierno
› Por Felipe Yapur
Mientras en la Cámara de Diputados comienzan los aprestos para conseguir la reforma de las comisiones parlamentarias de la manera más incruenta posible y, sobre todo, la aprobación de las leyes que necesita el gobierno nacional, el presidente del cuerpo, Eduardo Camaño, debe atender además un frente de tormenta que no es menor. Se trata de la situación salarial y laboral de los empleados legislativos. Por ahora, el gremio que los agrupa se encuentra en alerta y movilización. Principalmente los reclamos son dos: la inamovilidad de los trabajadores y, fundamentalmente, “la necesaria actualización salarial”. Si Camaño no responde a estos reclamos es posible que el gremio, que conduce Ricardo Sablich le provoque al duhaldista un fuerte dolor de cabeza justo ahora que deben aprobar leyes como el Presupuesto 2004.
Justamente de la lectura del presupuesto para el próximo año, donde no se contemplan incrementos de sueldos, cobró fuerza uno de los planteos que la Asociación del Personal Legislativo (APL) venía realizando. “Los empleados públicos hemos sufrido un fuerte desgaste durante el menemismo. Fuimos el banco de prueba de las políticas neoliberales que se tradujo en miles de trabajadores en la calle, recortes y congelamiento salariales”, indicó Sablich.
Ante este panorama, en APL no se descartan medidas de fuerza, sobre todo teniendo en cuenta el plan de lucha que ya llevan adelante los empleados judiciales que responden a Julio Piumato. Sablich integra la conducción de la CGT rebelde junto al judicial y al camionero Hugo Moyano. De todas formas, el dirigente gremial considera que todavía hay chances para frenar las medidas de acción directa: “Mantenemos la expectativa de que el gobierno de Kirchner replantee el presupuesto del próximo año donde se pueda compensar en algo la tasa inflacionaria que se prevé para el ejercicio 2004”.
Claro está, primero tienen que saber cuáles serán las modificaciones que surgirán del trabajo en las comisiones. Y es aquí donde comienza a tallar Camaño. El duhaldista no sólo debe responder a esta solicitud sino que deberá concentrarse en otro de los reclamos que APL le exige y que anticipan los cambios que se avecinan en las comisiones de la Cámara baja.
El gremio se resiste a que estos cambios afecten la estabilidad y las condiciones laborales. El dirigente no lo dice, pero en APL están dispuestos a resistir cambios que se gestarán cuando los diputados debatan el nuevo presupuesto.