Más de un centenar de obispos católicos se reunirán en la localidad de San Miguel (provincia de Buenos Aires) en lo que será la última asamblea del año del Episcopado argentino que preside el arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás. El encuentro permitirá, entre otros temas, hacer un primer análisis por parte de la jerarquía eclesiástica y desde una mirada pastoral, acerca de los avances de la gestión del gobierno de Néstor Kirchner. Un tema al que los obispos le dedicarán mucho tiempo durante la semana es el referido a la familia y, dentro de éste, seguramente requerirá atención particular la consideración sobre las normas recientes acerca de las uniones civiles para parejas del mismo sexo. Si bien no existe aún confirmación oficial, se espera que al término de la reunión, el próximo sábado, los obispos den a conocer una declaración señalando sus principales lineamientos pastorales sobre el tema de la familia.
“Hoy, además de una realidad económica que conspira contra la familia, vivimos en una cultura materialista donde se vale por lo que se tiene y no por lo que se es y que golpea no sólo a las familias ya constituidas, sino a los jóvenes que no saben cómo pensar el futuro carentes de modelos que los motiven y orienten”, señala un texto oficioso de la Conferencia Episcopal en el que se recogen elementos que fundamentan la selección del tema por los obispos, quienes en su reflexión serán acompañados por laicos católicos y otros expertos en la materia.
Los obispos recibirán un informe, realizado a partir del censo 2001, en el que se plantea que los “hogares unipersonales” (personas que viven solas) se duplicaron en los últimos 20 años (pasando de 730.358 a 1.512.788), lo que representa un crecimiento relativo del 10 al 15 por ciento de la población. En el mismo análisis se advierte sobre el aumento de los hogares nucleares (la pareja o uno de los padres con sus hijos) que crecieron del 58 por ciento en 1980 al 63 por ciento en el 2001. Por otra parte, la disminución de los hogares extendidos (del 24 al 20 por ciento de la población) estaría indicando según el estudio que existe una tendencia a separar del grupo familiar a los adultos mayores, provocando que vivan solos o en institutos o casas reservadas para estas personas.
Uno de los datos más preocupantes que serán puestos en consideración de los obispos se refiere a los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). De acuerdo con la regionalización de la Conferencia Episcopal en Buenos Aires el 12 por ciento de hogares están en condiciones de NBI, en la región Platense el 12 por ciento, en el NOA el 27 por ciento, en el Litoral el 16 por ciento, en el NEA el 31 por ciento, en el Centro el 13 por ciento, en Cuyo el 17 por ciento y en la Patagonia el 15 por ciento.
En general las autoridades de la Conferencia Episcopal han venido acompañando la expectativa general de la sociedad respecto de los pasos dados por Kirchner y su equipo de gobierno y se sabe que los niveles de diálogo entre obispos y funcionarios se mantiene fluido. Particularmente en el ámbito social –uno de los temas que más preocupa a la Iglesia– las coincidencias sobre lo que se está haciendo son importantes. Ello no quita que los agentes pastorales de la Iglesia y los propios obispos sigan planteando su preocupación por la gravedad de la indigencia y la pobreza de gran parte de los argentinos. Tanto algunos obispos como dirigentes católicos laicos advirtieron sobre la necesidad de acelerar procesos y medidas para mejorar las condiciones de vida de las personas.
Otro tema incluido en la agenda de la asamblea tiene que ver con una iniciativa destinada a solicitar la canonización del cardenal argentino Eduardo Pironio, fallecido en febrero de 1998 a las edad de 77 años. Pironio fue obispo de Mar del Plata, Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y, en el Vaticano, encabezó el Consejo para los Laicos y la Congregación para los Religiosos. Es una figura muy reconocida y admirada en la Iglesia católica argentina y latinoamericana, por sucarisma y por su óptica de permanente esperanza. La iniciación del proceso eclesiástico para que se lo declare santo ha sido solicitada por muchos grupos y sectores.
El jueves los obispos concurrirán a la basílica de Luján para celebrar una misa de acción de gracias por los 25 años del pontificado de Juan Pablo II y rogar por su salud.