Tres palabras: problemas de agenda. Esa podría convertirse una vez más en la excusa de Néstor Kirchner para desistir de un viaje al exterior. En esta oportunidad, a Bolivia, donde el fin de semana se desarrollará la XIII Cumbre Iberoamericana. En la Casa Rosada aseguraron que la decisión se conocerá hoy, una vez que el Presidente retorne a Buenos Aires.
Desde hace tiempo, Kirchner está invitado a Santa Cruz de la Sierra. El avión a Bolivia partirá mañana al mediodía y retornará el sábado a primera hora de la tarde. Si el Presidente finalmente desiste del viaje, será el canciller Rafael Bielsa el que ocupe su lugar.
No es la primera vez que desde el Gobierno se utiliza el eufemismo de “problemas de agenda” para justificar la decisión de Kirchner de no viajar a algún destino. Ya lo hizo en tres oportunidades: canceló su participación en la Conferencia de la Américas, en Miami, en el Congreso de la Internacional Socialista, en San Pablo, y también en una gira por el continente europeo.
Anoche, extraoficialmente se evaluaba que la decisión de Kirchner podría estar relacionada con la delicada situación que atraviesa el país vecino. En la Casa Rosada, en cambio, prefirieron no ofrecer mayores detalles al respecto. Es público: la crisis boliviana y las protestas populares obligaron semanas atrás el paso al costado del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su reemplazo por Carlos Mesa.
Desde El Calafate, donde Kirchner agasajó ayer a los reyes españoles, tampoco hubo demasiadas precisiones sobre el faltazo que estaría evaluando el presidente argentino. Lo único que pudo confirmarse es que el rey Juan Carlos I de Borbón y la reina Sofía de España dirán presente en el país limítrofe.
Curiosamente, poco después de conocerse la posibilidad de que Kirchner no concurriera a Santa Cruz de la Sierra, la mujer del mandatario boliviano, Elvira Salinas de Mesa, invitó formalmente a la cumbre a Cristina de Kirchner.
“El interés de mi marido y el mío es que Cristina de Kirchner, que tiene una trayectoria tan importante como política y senadora, esté presente en la Cumbre y podamos conversar y estrechar lazos. Al ser una política con tanta trayectoria, cambia la imagen de lo que es una primera dama y eso es muy interesante”, señaló.
Si bien todas las primeras damas de los países participantes están invitadas formalmente, Salinas de Mesa hizo hincapié en que la presencia de Cristina de Kirchner tiene un valor agregado. “Es (una invitación) especial y la realicé en forma personal porque tengo interés en intercambiar ideas con ella”, dijo
La esposa del presidente boliviano explicó que la idea es avanzar en los temas de interés común para ambos países, como por ejemplo la situación de los residentes de ese país en la Argentina.
Además de las reuniones protocolares de la Cumbre, Kirchner tenía agendadas numerosas actividades. Entre ellas un encuentro con su par de Chile, Ricardo Lagos, que tenía el objetivo de robustecer la relación bilateral después del caso de espionaje militar en el Consulado argentino en Punta Arenas. Ambos gobiernos calificaron ese episodio como un “incidente deplorable”.
Sin embargo, la agenda que se manejaba en la Secretaría General de la Presidencia y la Cancillería era “provisoria” y no había sido divulgada todavía a la prensa.
Según transcendió, Kirchner iba a participar de una suerte de minicumbre con Lagos y sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y de México, Vicente Fox, probablemente el sábado por la mañana.
El presidente argentino tenía también numerosos pedidos de reuniones de mandatarios iberoamericanos, aunque ninguno estaba confirmado, y se especulaba con la posibilidad de un encuentro con el presidente español José María Aznar para conversar sobre el reclamo de las empresas de ese país por un aumento de tarifas en los servicios públicos.