A trece días de las elecciones presidenciales, las principales alianzas opositoras, Cambiemos, de Mauricio Macri y Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), de Sergio Massa, centraron su campaña en disputarse, en medio de chicanas cruzadas, el voto anti-K en la pulseada por el segundo lugar en el intento de forzar un ballottage con el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, al que consideran inalcanzable en primera vuelta. Macri sostiene que “está claro” que Massa “no tiene posibilidades de ingresar” en una segunda vuelta y reiteró que “está listo para representar a los votantes de (Sergio) Massa; Margarita (Stolbizer), (Nicolás) Del Caño y (Adolfo) Rodríguez Saá”, al referirse a un eventual ballottage el 22 de noviembre. Massa, en tanto, insiste en que él es “el único que le puede ganar a Scioli en un ballottage”, afirmó que le pisa los talones a Macri en las encuestas y lo desafió a “realizar un debate mano a mano” para intentar dirimir entre los votantes opositores cuál de los dos es el mejor retador para una segunda vuelta con el oficialismo. Pero desde PRO volvieron a ningunear a Massa y afirmaron que el “próximo debate de Macri será con Scioli en el ballottage”.

La disputa opositora tuvo otro capítulo ayer a través de los medios de comunicación. Macri planteó que la única alternativa de cambio está representada por Cambiemos, de la que elogió su “coherencia” y su conformación con “gente que nunca militó en el kirchnerismo”.

“En todas las encuestas dicen que hay tres escalones. En ese marco, hay una posibilidad de asegurar que el cambio se dé y es Cambiemos”, sostuvo Mauricio Macri por la mañana en una entrevista radial desechando a UNA de la puja: “Queda claro a esta altura” que ese “tercero en cuestión no tiene posibilidades de ir a segunda vuelta”, remarcó.

“Queremos representar a todos con humildad y con responsabilidad, porque el 60 por ciento de los argentinos dijo que quiere un cambio”, dijo luego Macri de campaña en Misiones pensando en un acuerdo con otras fuerzas o intentando seducir a sus votantes para que lo apoyen en un eventual ballottage: “El 25 octubre se define el 22 de noviembre, y el 22 de noviembre el 10 de diciembre”, agregó Macri ante los periodistas.

La respuesta no se hizo esperar. “Yo soy de los que creen que la mejor forma de dirimir esto es en un debate”, dijo Massa por la tarde, porque “la Argentina necesita del voto inteligente y que la gente pueda elegir de acuerdo con sus convicciones y de lo que propone cada candidato”.

Durante la presentación de sus propuestas en materia de género, en un acto que realizó en el teatro Astros, Massa volvió a desafiar a Macri. “Vemos que también se ha instalado la idea del ‘voto útil’ o el ‘voto miedo’, pero yo creo en el voto inteligente y el de las convicciones”, sostuvo y en esa línea insistió en pedirle a Macri “que este domingo hagamos un debate mano a mano”, para “darle a los argentinos la posibilidad de elegir”. Desde el escenario, Massa afirmó que está “convencido de que estamos en la segunda vuelta”, ante una platea mayoritariamente femenina que lo ovacionó de pie, mientras el tigrense se fundía en un abrazo con su esposa, Malena Galmarini.

Después, Massa reclamó que el debate sea también con los dos “equipos de gobierno”, al pedir que “la gente pueda comparar” entre los dirigentes propuestos como sus futuros ministros Roberto Lavagna, José Manuel de la Sota, Gustavo Iaies, Diego Gorgal, “contra no sabemos quién” que formarán parte de una eventual presidencia de Macri.

Desde el PRO le cerraron las puertas al reclamo de Massa de debatir “mano a mano” con el alcalde porteño. “Con todo respeto a los otros rivales de la primera vuelta, el próximo debate de @mauriciomacri es con Scioli en el ballottage”, posteó en su cuenta de la red social Twitter, el secretario general del Gobierno de la Ciudad, Marcos Peña, el encargado de toda la red de comunicación del macrismo volcado a la campaña presidencial. La disputa opositora, en cambio, continúa.