La Corte Suprema de Justicia dejó firme la condena a prisión perpetua para un policía sentenciado por los homicidios de los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en la estación de trenes de Avellaneda en 2002, en el marco de una protesta que precipitó el fin del gobierno interino de Eduardo Duhalde. Se trata del ex cabo de la Policía Bonaerense Alejandro Acosta, condenado junto con el ex comisario Alfredo Fanchiotti, a quien la Corte ya le había confirmado la condena a fines del año pasado. El doble homicidio fue perpetrado el 26 de junio de 2002, durante una protesta piquetera en el Puente Pueyrredón, en la que además otros 33 manifestantes resultaron heridos. La denominada masacre de Avellaneda precipitó la salida anticipada del gobierno de Eduardo Duhalde.