El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, adelantó ayer que tiene bajo la mira a otros once mil trabajadores estatales, en este caso aquellos que accedieron al puesto tras ganar los concursos públicos el año pasado. No conforme con los despidos de contratados que se cuentan por miles y el recorte de los convenios firmados con universidades anunciado esta semana, Ibarra afirmó que en la cartera que conduce se están “investigando” once mil concursos públicos. Para justificar lo que los estatales vienen denunciando como desguace del Estado y despidos indiscriminados que golpean la implementación de políticas públicas clave, el ministro insistió con el argumento de “refundar” la administración pública. “La decisión del presidente Macri y el objetivo del Gobierno es crear y refundar un Estado que funcione, solidario, innovador”, reiteró el responsable de la purga de más de seis mil trabajadores, despedidos bajo la acusación de “ñoquis” y cuya ejecución dejó en muchos casos a cargo de la Policía Federal.

Ibarra puso como parámetro de sus objetivos las metas alcanzadas durante su gestión en el mismo cargo en la administración porteña. “Un ejemplo de Estado que da servicios a la gente es lo que fuimos construyendo en la Ciudad”, dijo. Y prometió extender “la modernidad” a las ciudades del interior. “Es posible que haya”, más despidos, dijo, y apuntó a los contratos que fueron renovados por tres meses en diciembre, tras el cambio de gestión.