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Una vez disuelta la carga emotiva de los homenajes a Ricardo Balbín, el radicalismo prefirió hacer algunas salvedades. Por un lado, varios legisladores del partido reconocieron que el gesto del presidente Néstor Kirchner de participar en uno de los actos recordatorios y rescatar el valor de “la pluralidad y la diferencia” puede abrir un nuevo puente entre la Casa Rosada y la oposición. Pero enseguida dejaron en claro que no se prestarán a las intenciones del Gobierno, “si el objetivo es sólo sacarse una foto y no discutir seriamente”.
El primero que salió a marcar el terreno fue el diputado Federico Storani, quien relativizó el brazo tendido por Kirchner el jueves durante un acto en recuerdo al caudillo radical en La Plata. “Hasta ahora todo es puramente simbólico”, dijo, y aseguró que el giro en la postura del Gobierno frente a sectores opositores respondió “a la baja en sus niveles de popularidad”. “Para el Presidente –dijo– la necesidad a veces tiene cara de hereje. Nosotros vamos a abrirle el crédito cuando veamos la convocatoria a un diálogo institucional, no sólo con nosotros, sino también con otros sectores, y con una agenda con el tema social, económico y la reforma política pendiente.”
Kirchner, por su parte, reforzó más tarde este cambio de posición durante un acto en Rosario y aseguró que va a “ampliar el diálogo más allá de la UCR” y subrayó que “lo importante es que la sinceridad sea conjunta”. “El diálogo es con todos”, dijo.
De todos modos, Storani no fue el único que puso algunos reparos. Apenas 24 horas después de haber compartido discursos y fotos con el mandatario, el diputado nacional Leopoldo Moreau adoptó un postura similar, aunque menos rígida. “Creo que el gesto de Kirchner respondió a un hecho puntual como un homenaje, con un discurso cuyo contenido valoro”, señaló a Página/12. Y al mismo tiempo dejó abierto el campo para que los acercamientos se materialicen. “Siempre hemos sido partidarios de los consensos y, aunque esto no sucede hoy, intuyo que si el radicalismo es convocado al diálogo va a ir con propuestas, pero también con críticas.”
Moreau diferenció al mismo tiempo la voluntad de avanzar hacia un “diálogo constructivo” del radicalismo, de la actitud de otros ámbitos opositores. “Nosotros no vamos a actuar como hace (Elisa) Carrió en estas horas, no buscamos edificar un triunfo sobre las ruinas de la patria.”
Aunque suene reiterado el argumento sobre el que se para la UCR a la hora de discutir posiciones con el gobierno nacional, es su peso en la Cámara de Diputados y las seis provincias con gobernadores de ese signo. “Somos la verdadera oposición institucional, el resto son sólo cruces mediáticos”, aseguran.
El senador Mario Losada, por su parte, destacó el reconocimiento expresado por el ex presidente Raúl Alfonsín hacia “la valentía” del Gobierno en las negociaciones por la deuda externa que lleva adelante con el Fondo Monetario. Mientras que el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, que ocupa la vicepresidencia del Comité Nacional de la UCR, calificó como “muy positivo y saludable”, que el Gobierno ensaye llamados de diálogo hacia el terreno opositor, y coincidió en que éstos no deberían limitarse sólo hacia el radicalismo. “El diálogo debe darse con todos los sectores políticos, independientemente de las críticas o las observaciones constructivas que se puedan hacer para mejorar la situación del país.”