“El control en los aeropuertos debe ser concurrente. Todas las agencias del Estado tienen que trabajar en el lugar de manera autónoma: la Aduana, Migraciones, la policía, la SIDE. Hay que armar una red que impida que los chequeos sean desbordados: así, si una instancia de control es evadida, existen otra detrás”, dice Jaime Garreta, interventor de la Policía Aeronáutica. El secretario de Asuntos Militares, quien desde el jueves instaló su despacho en Ezeiza, dice que el principal problema que encontró allí no es la falta de tecnología, y que los cambios en seguridad deben apuntar a una mayor presencia del Estado.
–Walter Beltrame, el hijo del jefe militar de Ezeiza, dijo que Southern Winds sacaba valijas sin dueño desde el 2002. ¿Pudo haberse hecho esto sin complicidades dentro de la Policía Aeronáutica?
–Desconozco si lo que dice es real, el tema pertenece a la órbita de la Justicia. Pero indudablemente no puede haber un tráfico de valijas por tanto tiempo sin algunas complicidades internas. Esto involucra a cualquier agencia que esté trabajando en el aeropuerto.
–Usted dijo que la Policía Aeronáutica había delegado tareas de control en las empresas privadas. ¿De qué forma se estaban haciendo los chequeos?
–Los hacían las empresas, sin la supervisión estricta de la Policía Aeronáutica.
–¿Qué rol tenía entonces la Policía Aeronáutica?
–Hacía controles pero de manera aleatoria. Con el argumento de que no podía estar en todos lados al mismo tiempo, no supervisaba de manera permanente a las empresas que escanean el contenido de las valijas. Que el control sea aleatorio siempre favorece que se pueda evadir la vigilancia.
–¿Es real que esto se debió a que la preocupación de la PAN pasó a ser el control antiterrorista y no el narcotráfico?
–Es probable que ellos hayan centrado su accionar en el control antiterrorista, pero de todas maneras cuando uno escanea una valija da lo mismo que adentro haya explosivos o drogas, porque ambos se ven casi hasta del mismo color, pase lo uno o pase lo otro. No es excusa decir que la PAN puso el esfuerzo en otro lugar. El problema central está en la excesiva delegación del poder policial del Estado, que no supervisa adecuadamente a las empresas privadas. Yo no me voy a poner a discutir si se necesitan o no las empresas privadas, lo que sí digo es que deben estar suficientemente supervisadas por el Estado.
–Otro argumento fue que no pudieron hacer los controles por falta de tecnología adecuada. ¿Es razonable?
–No. Tecnología hay, puede ser que sea insuficiente pero hay. Lo que ocurre es que como en el pasado hemos delegado el poder de policía estatal, el equipamiento también ha sido delegado. Pero no es que no haya, yo estoy recorriendo Ezeiza y veo que hay equipamiento, no sé si es suficiente, pero hay. Y si se necesita más, el Estado debiera tenerlo. Yo veo que existen otros problemas, como el de la falta de coordinación. No se trabaja en forma concurrente con la Aduana. Los otros días la Aduana decomisó 26 kilos de heroína y la Policía Aeronáutica estuvo a 5 minutos de llegar al mismo procedimiento, porque uno le había pasado información al otro.
–Ahora que tiene un conocimiento directo de cómo funciona Ezeiza, ¿le parece posible que los envíos de droga hayan ocurrido sin que el comodoro Alberto Beltrame, el ex jefe militar, se enterase?
–Quien deberá determinarlo es el juez, entrar en ese tema me parecería especular. Lo único que puedo decir, desde mi óptica, es que en el cargo que Beltrame ocupaba le daba un nivel de maniobra muy grande dentro del aeropuerto.
–¿Qué características debe tener la fuerza que reemplace a la Policía Aeronáutica?–En lo técnico, el mejor equipamiento. Desde el punto de vista doctrinario, ser una fuerza de seguridad civil, que esté habilitada para hacer todas las tareas de una fuerza policial. La Policía Aeronáutica no puede hacer inteligencia porque está regida por la Ley de Defensa, ésa es una gran limitación. Finalmente, debe tener la voluntad política de ejercer el control.
–¿Con qué personal se debería integrar?
–Esa es una decisión que van a tomar el Presidente y los ministros. La Policía Aeronáutica tiene muy buen personal, pero hay que reconocer que cometió errores. Ahora, cuál es el mejor camino es una decisión que estamos evaluando. Yo seguramente al final de los 45 días sugeriré qué me parece lo mejor, pero la decisión va a estar en manos del Presidente de la República y del ministro de Defensa. Personalmente, estoy convencido de que la Policía Aeronáutica tiene que dejar de ser una fuerza militarizada. Tiene que ser una fuerza de seguridad civil.
–¿Está descartada la idea de que la Gendarmería asuma el trabajo?
–Está a definirse. Mañana (por hoy) los ministros de Defensa y de Interior van a reunirse para a evaluar cuál es la mejor opción, si la creación de una nueva fuerza de seguridad o el traspaso. No me toca a mí decidirlo. De lo que estoy convencido es de que la seguridad de los pasajeros tiene que salir de la esfera militar. La Fuerza Aérea está para defender el aeroespacio en temas de Defensa, no en temas de seguridad del pasajero.