Por Diego Schurman *

Jay Jay:

Poner motes es una gimnasia muy habitual en el mundo de la política. Aunque no siempre tienen el mismo tenor. Algunos lo hacen con dosis de bondad, como Néstor “Pingüino” Kirchner; otros simplemente con espíritu descriptivo, como Eduardo “Negro” Duhalde, y unos terceros con maldad (aunque para algunos suene descriptivo), como cuando al ex presidente se le decía Fernando “de la Duda”. Claro que hay casos donde no queda del todo claro el porqué. Y por eso Juan José Alvarez se inquietó cuando en el gobierno de la ciudad comenzaron a llamarlo Jay Jay, nombre de una caricatura de Discovery Kids que protagoniza un avioncito. Sólo se tranquilizó cuando le dijeron que, sencillamente, era por la coincidencia entre sus iniciales y las del dibujito y no, como especularon algunos maliciosamente, porque rápidamente volaría del cargo.

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Valija:

Antes de volver de Miami, Emir Yoma celebró con los suyos. Lo hizo con una suculenta comida en Fish donde, a pesar de que su nombre que significa “pescado” en inglés, la especialidad son las milanesas. Tan feliz se lo vio a Emir en ese restaurante, donde la comunidad turca se reúne los lunes a jugar al backgammon, como en el aeropuerto local, donde siempre un gentil empleado de American Airline le evita hacer la cola de preembarque. Pero eso no es lo único que llama la atención del familiar de Menem en la aeroestación: también su valija de mano Samsonite, que indefectiblemente evoca a la de su hermana Amira en los tiempos del Narcogate.

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Confirmado:

La decisión se tomó el año pasado, tras una marcha que llegó a la propia entrada de Gobierno, por la calle Balcarce. Pero cuando la medida en pos de la seguridad presidencial comenzó a ser difundida en los medios, los funcionarios encargados negaron abiertamente su implementación. Sin embargo, por estas horas cualquiera que se acerque a los laterales de la Casa Rosada podrá observar cómo las vallas originales no sólo han sido reemplazadas por otras más altas sino, además, cómo éstas ya han sido fijadas al asfalto con hormigón armado, de manera tal que nadie pueda derribarlas.

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Ex canoso:

“¿Yo? Yo soy un negro feo”, dice cada vez que se aborda el tópico en el mundillo sindical. Pero algo ha pasado en la vida de Hugo Moyano, o más bien dicho en su cabeza: desde hace un tiempo aquellas canas que supieron mecharse en su pelo oscuro comenzaron a desaparecer. Y hoy su llamativo azabache es comentario obligado dentro y fuera de la CGT. Algunos dicen que la presencia de una mujer en la conducción obrera lo ha vuelto más coqueto; otros que, por el contrario, se está preparando para la foto que en tiempo más lo mostrará como líder único de la central obrera, como resultado del desplazamiento de Susana Rueda.

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Agrandadito:

Por estos días, Ginés González García cuenta la anécdota como si se tratara del gol de Maradona a los ingleses. Fue por los años en que era ministro de Antonio Cafiero en la provincia de Buenos Aires. Luego de mucho trajinar –recuerda– se fue en avión hasta Balcarce para sumar a Juan Manuel Fangio a una campaña preventiva. Tardó, pero finalmente lo convenció. Meses después se reencontraron y Ginés le agradeció encarecidamente el gesto, a lo que Fangio le respondió: “No, yo le agradezco a usted. Yo era el máximo campeón de Fórmula Uno, pero los pibes no me conocían la cara. Gracias a esta campaña ahora la gente vuelve a saludarme”.

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Ventajero
Fue una semana a puro golf para Carlos Menem. Flanqueado por su sobrino Adrián y su abogado Pedro Valdi –también de Zulemita en el pleito con su marido Paolo–, el ex presidente sigue intentando suerte en un deporte que aún le cuesta aprender, aunque se da maña para sacar ventaja. Es que, a pesar de que en la asociación de golf figura con un handicap de 21, sale a jugar (el martes en Olivos y el sábado en el Buenos Aires) con un handicap de 31, no sea cosa de quedar mal parado ante su propia familia.

* Colaboraron: Santiago Rodríguez y Don Johnson (desde Miami).