El escándalo de las valijas con cocaína tiene virtualmente paralizado al Congreso. En el Senado, ante el reclamo de la oposición, el justicialismo insistió en comprometer la presencia de los funcionarios nacionales en las comisiones legislativas para informar sobre los pormenores del caso. “Estamos acá para dar el debate”, afirmó el presidente provisional del cuerpo, el chubutense Marcelo Güinle. Claro que cuando lo dijo varios de los suyos se habían retirado para que la sesión no contara con el quórum reglamentario que permite votar cualquier iniciativa. En Diputados fracasó, por la ausencia masiva del bloque mayoritario, la primera reunión de la comisión de narcotráfico que debía tratar 37 proyectos legislativos. La mayoría de ellos pide la presencia de los funcionarios que el oficialismo ofrece.
La semana pasada, en la última sesión del período extraordinario, el tema había llegado al recinto de la mano de la oposición. En aquella ocasión el oficialismo repitió los mismos argumentos que ayer. En palabras del titular de la bancada peronista, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, el tema tiene un origen policial y toma envergadura política por el compromiso de la Fuerza Aérea en el caso.
El radical jujeño Gerardo Morales reclamó, a través de un pedido de informes, información sobre la vinculación entre la Secretaría de Transporte y Southern Winds. También dejó flotando en el aire la sospecha de que un brigadier había sido sancionado por interferir en un vuelo de esa empresa. A esa altura, los legisladores estaban al tanto de las declaraciones de la defensa del comodoro Alberto Beltrame en la que afirmaba que el militar que se metiese con SW era marginado.
A Morales le siguió el socialista Rubén Giustiniani. Luego de señalar que al propio Gobierno le hacía bien la presencia de los funcionarios, criticó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por afirmar que “estaba dispuesto a concurrir al Congreso, pero que no tenía más información que la que daban los diarios”. “Es una barbaridad”, calificó Giustiniani. Cuando el cruce subía en voltaje y cuando la presencia de los ministros en las comisiones parecía acordada, Pichetto recordó que “las citaciones la tenían que hacer las comisiones”.
Luego de que el presidente Néstor Kirchner dio por abierto el período ordinario de sesiones, las comisiones recién comenzaron a funcionar. En la Cámara baja, desde el 26 de febrero pasado estaba convocada la comisión de narcotráfico. En carpeta tenía 37 proyectos que reclamaban información y la presencia de funcionarios. Tan sólo cuatro legisladoras estaban presentes. Ninguna del peronismo.
“Es indignante que se hable mucho de este tema gravísimo, pero a la hora de sentarse a trabajar los diputados del oficialismo nunca están”, le dijo a este diario la diputada del ARI Fabiana Ríos. En Diputados, la mayoría de los bloques de la oposición reclamó una sesión especial para el próximo miércoles 9 de febrero. La única posibilidad que tiene el oficialismo para desactivarla es comprometiendo la presencia de algún funcionario en las comisiones legislativas.
En el Senado, la mendocina María Cristina Perceval convocó para hoy a la mañana a la Comisión de Defensa, que preside. Allí se le pondrá fecha a la presencia del ministro José Pampuro. La fecha sería la del 17 de marzo. Esta sería la primera medida concreta del oficialismo para acceder a un reclamo al que de palabra ya dio su conformidad hace más de una semana.
En Diputados, donde los números no son tan cómodos para el bloque del Gobierno, un destacado legislador del justicialismo le aseguró a este diario que “se inclinaba por la presencia del jefe de Gabinete”. La elección no es casual. De esta manera, con la presencia de un funcionario avezado en el ping pong de preguntas y respuestas, la mayoría no se enfrentaría al riesgo de alguna respuesta indiscreta. Tanto la oposición como el oficialismo saben que, hasta que no superen esta piedra, volverán a chocar una y otra vez. Todo matizado por los medios de comunicación, constantemente vapuleados por los legisladores, pero citados en cada una de las últimas sesiones.