Vie 04.03.2005

EL PAíS

Estados Unidos, preocupado por la droga y por vender sus radares

El embajador de ese país, Lino Gutiérrez, se reunió junto a su hombre de la DEA con Aníbal Fernández, pero negaron que se hubiera hablado del caso SW. No obstante, llegaron desde Washington pedidos puntuales sobre el asunto.

Por Martín Piqué y Nora Veiras

El embajador estadounidense Lino Gutiérrez y el representante de la DEA en la Argentina, Anthony Grecco, se reunieron ayer con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. El Gobierno aseguró que en la conversación no se habló del escándalo del tráfico de drogas a Madrid. También dijo que el encuentro estaba programado desde fines de enero, antes de que supiera que en los vuelos de Southern Winds se transportaba cocaína en valijas sin dueño. Del lado estadounidense no brindaron información pública, acorde con la discreción diplomática. Sin embargo, desde que los medios informaron del hallazgo de 60 kilos de cocaína en el aeropuerto de Barajas, la embajada norteamericana viene realizando distintos gestos para demostrar su preocupación. Aunque sus inquietudes son, también, defender a sus hombres en Buenos Aires y aportar tecnología para la radarización.
Tras la reunión con los estadounidenses, desde el Ministerio del Interior informaron que en la charla se había analizado la coordinación de las fuerzas antidrogas de ambos países. Luego admitieron –en contradicción con lo que habían dicho antes– que Washington está preocupado por el caso Southern Winds. La semana pasada, el embajador Gutiérrez había alertado que era “mucha la heroína y la cocaína” que salía de la Argentina con destino a su país. La declaración fue realizada en Salta, un escenario propenso a las suspicacias. Ayer, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que las preocupaciones de Gutiérrez son “absolutamente comprensibles”.
Pero los intereses del gobierno de George W. Bush incluyen también algunas demandas puntuales. Uno de los reclamos es la permanencia en la Aduana de dos hombres con excelentes vínculos con la DEA: el ex jefe de Drogas Peligrosas Juan José Isola y su segundo, Daniel Paso. Ayer, un funcionario de primer nivel comprobó en carne propia (más bien en su oído) hasta dónde puede llegar el gobierno de Bush para defender a Isola y Paso:
–Tengan cuidado porque además de tirar el agua sucia también están tirando al chico –le advirtieron desde Washington.
La frase fue pronunciada por un colaborador muy cercano del secretario de Defensa y titular del Pentágono, Donald Rumsfeld.
La reunión de Fernández con el embajador estadounidense duró una hora. Igualmente, desde Interior aclararon que el ministro “tiene contacto habitual” con Gutiérrez para coordinar las políticas contra el narcotráfico. Con el caso Southern Winds en plena investigación judicial, es muy probable que el tema sea analizado nuevamente cuando Rumsfeld llegue a Buenos Aires, el 22 de marzo próximo. Rumsfeld había sido invitado por José Pampuro a visitar el país en la cumbre de ministros de Defensa de América, que tuvo lugar en Quito en noviembre pasado. En aquel momento nadie se imaginaba que Rumsfeld llegaría a Argentina con un tema tan delicado en las tapas de los diarios.
El Gobierno sabe que el narcotráfico es una cuestión es muy sensible para Washington. “Los Estados Unidos siempre han tenido una lucha muy frontal con este tema, porque es un país de llegada de la droga. Así que, desde ese lugar, es absolutamente comprensible lo que se reclama”, admitió Alberto Fernández. Los estadounidenses, además, hicieron todo lo posible para exhibir su inquietud por el tráfico de drogas. Aunque también mostraron su interés por el control del espacio aéreo, una prioridad histórica de Washington. Hace unos días, el primer secretario de la embajada, David Alarrid, viajó a la Triple Frontera y se contactó con agentes de inteligencia de los tres países. “Todavía faltan algunas cosas, como la coordinación de una política nacional”, advirtió en Misiones.
La frase del funcionario de la embajada podría ser un preludio de lo que venga después. Los especialistas en Defensa que conocen a los norteamericanos aseguran que la gira de Rumsfeld por Latinoamérica tiene como objetivo sumar nuevos mercados para las empresas de tecnologíamilitar de su país. Esas compañías, como la gigantesca Northrop Grumman, se especializan en la construcción de radares de 3D, entre otras cosas. Ese tipo de radares, de última generación, son los que necesita Argentina para supervisar el espacio aéreo que queda afuera de los controles.
En octubre pasado, el Gobierno encargó la construcción de 17 radares (once secundarios y seis 3D) al Invap, un ente estatal. Esa decisión se tomó para evitar las sospechas que podría generar una contratación millonaria: así sucedió con la primera licitación internacional, convocada por Carlos Menem en 1996, que ganó la norteamericana Northrop (cuyo vicepresidente, curiosamente, se llama Wes Bush). Como el Invap no está por ahora en condiciones de construir los radares 3D, el Gobierno decidió convocar a una licitación internacional en un mes. Rumsfeld estará por el país para la misma época.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux