Con mucha menos publicidad que en noviembre pasado, cuando el Gobierno creó un mito con las inversiones millonarias de ese país, el canciller Rafael Bielsa partirá hoy rumbo a China. La visita oficial durará apenas 48 horas y responde a un objetivo central: revisar el cumplimiento de los acuerdos comerciales, cuyo seguimiento depende de la Cancillería. Los famosos convenios en transporte, comunicaciones, tecnología satelital y vivienda por casi 20 mil millones de dólares –anunciados desde la Casa Rosada cuando el presidente Hu Jintao visitó el país– quedarán fuera de la agenda. En su estadía en Beijing, Bielsa se reunirá con su par chino, Li Zhaoxing; el ministro de Comercio, Bo Xilai, y el titular de la Administración Nacional Espacial, Su Laiyan.
Según la Cancillería, la visita fue programada a partir de una invitación personal que recibió Bielsa hace unos meses. Fuentes del ministerio aseguraron a Página/12 que “el objetivo del viaje es hacer una evaluación de los acuerdos”. Durante la visita de Hu a Buenos Aires, el Gobierno firmó acuerdos de cooperación con el gobierno chino. Pero también anunció “cartas de intención” que prometían inversiones en trenes, viviendas populares, satélites y comunicaciones. La contraparte en esas negociaciones fueron empresas privadas de origen chino, portugués y angoleño. En esos anuncios tuvo mucha participación el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. La agenda de Bielsa, en cambio, no incluye esos temas.
La tarea del canciller pasará más bien por los acuerdos de Estado a Estado. También analizará con su par chino “la evolución de distintos aspectos de la situación internacional”. En lenguaje menos diplomático eso significa estudiar nuevas posibilidades de cooperación tras el ingreso de la Argentina como miembro temporario del Consejo de Seguridad de la ONU. Bielsa también aprovechará el éxito de la renegociación de la deuda para tentar a los chinos con el nuevo escenario económico: el contexto, dirá a los asiáticos, favorecerá la rentabilidad de las inversiones. La importancia del viaje se entiende por el lugar que ocupa China en el comercio exterior argentino: es el cuarto destino de las exportaciones del país –principalmente soja–, detrás de Brasil, Chile y Estados Unidos.
En la reunión con el ministro de Comercio será inevitable la mención del debate que China está impulsando para conseguir el status de “economía de mercado” en la OMC. En su reciente gira por Brasil y Argentina, Hu logró llevarse para Beijing el compromiso de ambos países de apoyar la postura china en el foro del comercio mundial. Otro tema que será abordado, inevitablemente, es la promesa de las empresas China Beiya Escom, China Unicom y Hong Kong New Yorld Group (que podrían tener lazos con el Estado) de aportar 260 millones de dólares para la construcción de satélites. Aquella promesa quedó incluida dentro del paquete de casi 20 mil millones de dólares. De eso sí hablará Bielsa con el titular de la Administración Nacional Espacial del gobierno chino.