Bajo la presidencia del arzobispo rosarino Eduardo Mirás y con la participación de aproximadamente un centenar de obispos católicos, a partir de hoy y hasta el sábado sesionará en la Casa de Ejercicios María Auxiliadora (San Miguel, Buenos Aires) la primera asamblea del año de la Conferencia Episcopal Argentina. La reunión local se iniciará de manera coincidente con el Cónclave cardenalicio que al mismo tiempo se congrega en Roma para elegir al sucesor de Juan Pablo II y del que participa el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio.
Aunque es indudable que las miradas de los obispos estarán puestas también en Roma, las autoridades de la Iglesia argentina tendrán que abocarse a los problemas del orden local, y dentro de la agenda no podrán estar ausentes las diferencias planteadas con el gobierno en el último tiempo a raíz del episodio generado en torno al obispo castrense Antonio Baseotto. El tema aparecerá sin duda mañana martes por la mañana, cuando “los Obispos realicen un intercambio pastoral sobre la realidad de la Iglesia en nuestro país”, según se informó oficialmente. Más de un obispo, en particular del interior del país, pedirá información más detallada de todo lo acontecido y, muy probablemente, también se le reclamen explicaciones al propio Baseotto. Otros harán oír su voz y su reclamo en contra del gobierno nacional. Respecto del diferendo, todo parece indicar que la solución al mismo se encuentra encaminada y que concluiría con el alejamiento de Baseotto del obispado castrense, aunque la muerte del Papa y el cónclave que se celebra en Roma ha puesto todo entre paréntesis.
En el transcurso de la semana, los obispos estudiarán los aportes de la Iglesia argentina a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, asamblea continental prevista inicialmente para el 2007, pero que ahora quedará sujeta a la confirmación por parte de quien resulte electo como nuevo Pontífice de la Iglesia. Al mismo tiempo, los obispos recibirán un informe sobre la preparación del Congreso de los Laicos programado para el próximo mes de octubre y, con la ayuda de expertos de la Argentina y Chile, analizarán nuevos lineamientos para la pastoral de la comunicación social.
La asamblea de los obispos se cerrará el sábado y para el viernes está prevista una conferencia de prensa, aunque todo ello estará también supeditado a los acontecimientos que sucedan en Roma y a las informaciones que provengan del cónclave cardenalicio.