EL PAíS
› DUHALDE LE ORDENO A SU TROPA QUE LE APUNTARA A SOLA
Listos para los cascotazos
El ex presidente les recomendó a los suyos enfrentarse a Solá pero no a la Casa Rosada. Los duhaldistas salieron a pedir internas en la provincia. Solá se mostró junto a Kirchner.
› Por Diego Schurman
Poco antes de partir a Brasil, Eduardo Duhalde ordenó a su tropa “no pelearse” con el gobierno nacional y pidió cerrar filas para librar una batalla en contra del gobernador bonaerense, Felipe Solá. El ex presidente ya dio su acuerdo para respaldar la candidatura a senadora nacional de Cristina Kirchner, pero insiste en reclamar como moneda de cambio la potestad para el armado de la lista de candidatos provinciales.
Duhalde tomó contacto ayer con numerosos hombres de su entorno. Uno de ellos fue José María Díaz Bancalari. El presidente del PJ bonaerense trasladó la orden a las principales figuras del distrito, con quienes se juntó anoche en una reunión del partido.
El ex presidente pidió marcar una división clara entre lo que son las boletas nacionales y las provinciales. En sus manos quedará la negociación de las primeras, seguramente a través de permanentes contactos con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, o el propio presidente Néstor Kirchner, con quien lo aguarda una reunión en el mediano plazo.
Duhalde ya transmitió a la Casa Rosada que aceptará la candidatura de Cristina. Sabe que las encuestas la posicionan muy por encima de Chiche Duhalde. Pero reconoce, además, que el Gobierno exhibió la postulación de la primera dama como una condición para avanzar en las tratativas.
De todas formas, tiene suficiente tiempo para congeniar con Kirchner el resto de la grilla, que recién debe ser presentada el 7 de julio. Está claro que no habrá ningún nombre que logre convencer a todos. De hecho, el de Juan José Alvarez, quien ansía secundar a Cristina, ya generó la reacción contraria del piquetero Luis D’Elía y también de militantes del Partido Proyecto Popular, una corriente kirchnerista que el fin de semana realizó un nutrido congreso en San Martín.
Además del actual ministro de Seguridad porteño, pulula el nombre de Alberto Balestrini, en este caso para encabezar la lista de candidatos a diputados. Aquí la queja es de los duhaldistas, que tienen en la mira al intendente de La Matanza desde que inició sus coqueteos con Felipe Solá.
Precisamente, Duhalde tiene todos sus cañones apuntados hacia el gobernador. El ex presidente reclama la realización de internas provinciales para definir a los candidatos del distrito, cuya boleta acompañará a las nacionales. No es una demanda ingenua: en la patria duhaldista la relación de fuerzas juega a su favor, y busca de esa manera “aplastar” –como alguna vez definió Alfredo Atanasof– al felipismo.
“Tenga cuidado que algunos lo quieren mandar a estudiar de vuelta”, ironizó Kirchner delante de Solá, durante el acto que ayer compartieron en la planta de Petrobras.
Obviamente, el gobernador se niega a convocar a internas. Y en esta decisión es muy probable que coincida el Gobierno. ¿La razón? Si Duhalde se impone ampliamente sobre Solá podría reclamar mayor presencia de su gente en las listas nacionales. Y así condicionar a Kirchner.
En trincheras duhaldistas dan por hecho que el gobernador apelará a cualquier estrategia para demorar la interna e incluso imaginaban una judicialización del conflicto. Si el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Osvaldo Mércuri, pidió ayer a los gritos las internas, es probable que Díaz Bancalari, como titular del PJ provincial, haga lo propio pero a través de un escrito.
Un conspicuo hombre de Duhalde hizo una definición casi exacta del papel que asumen por estas horas el ex, el actual Presidente y Solá. “Uno juega al ajedrez, el otro al póquer y el tercero a la canasta.” Aun así, en las tres orillas imaginan que tarde o temprano habrá acuerdo.
Caso contrario –o sea, de no haber unidad y tampoco convocatoria a internas– los candidatos provinciales del PJ serán los que imponga Duhalde, quien hegemoniza el control partidario, y Solá deberá ir por afuera. Esa alternativa le sirve al gobernador en la medida en que Cristina también rompa con el PJ y le traccione votos en una lista común por el Frente por la Victoria. Pero si la primera dama se queda en el PJ, Solá podría quedar aislado. Igualmente, nadie cree en un final de ruptura.